En los últimos dos años, se ha pasado de 1.500 a 900 agentes de tráfico en las carreteras catalanas. A esta situación de precariedad laboral, se debe sumar que, desde el cuerpo de los Mossos, quieren prescindir de efectivos especializados en tráfico en las comisarías de Montblanc, Mataró, Sant Feliu de Guíxols, Olot, Igualada y Mora d’Ebre.
Esta estrategia aumentará el riesgo de accidentes en vías principales como: N-II, AP-7, N-260, A-26, A-2, AP-2, C-12, C-44, C-25, C-31 o C-65. Puntos negros donde los ciudadanos verán disminuida y/o casi desaparecida la presencia de efectivos de tráfico.
Últimamente, las carencias crónicas del sector empeoran. Los principales responsables: la proximidad de las vacaciones estivales y la retirada de las restricciones en movilidad por el Covid-19. Por ello, la red viaria catalana ha visto incrementado el número de desplazamientos a zonas costeras y de montaña, incrementándose el número de accidentes en los últimos días, algunos de ellos muy graves, según fuentes del sector de Mossos de CCOO.
Desde el cuerpo de los Mossos quieren prescindir de agentes de tráfico en las comisarías de Montblanc, Mataró, Sant Feliu de Guíxols, Olot, Igualada y Mora d’Ebre. Ello agravará el riesgo de accidentes en vías principales catalanas
Días atrás, y coincidiendo con la primera operación salida de julio, la Dirección General de Tráfico auguraba los mismos desplazamientos que en el verano de hace dos años. En aquel momento, todavía no había pandemia. La DGT avanzaba 91,2 millones de desplazamientos en todo el país.
Esperas de 45 minutos
Al haber menos plantilla, zonas como Olot e Igualada se han visto abocadas a prescindir de equipos completos de trabajo. En el caso de que se produzca un accidente, se debe gestionar con dotaciones de Manresa para Igualada, Girona para Olot y Mollet para Mataró. «Así, la administración consigue ahorrar en efectivos y dinero, aunque los ciudadanos acaben ‘pagando el pato’. Para que te hagas una idea, desde Tordera se tardan 20 minutos en cubrir cualquier incidencia en Mataró. Sin embargo, desde Mollet, el tiempo de respuesta alcanza los 40 o 45 minutos«, añade Roberto García, de CCOO Mossos d’Esquadra.
En numerosas ocasiones, los controles de alcoholemia, drogas o transportes no se pueden realizar, a pesar de haber sido planificados, debido a la falta de efectivos. Esto genera preocupación entre los agentes, ya que ven impotentes cómo aumenta la sensación de impunidad de los infractores más peligrosos. «Cuando algún agente se jubila o cambia de destino, no se le repone. Por lo tanto, esas comisarías se quedan sin dotación. Al extinguirse esa plaza, nos destinan a comisarías más centralizadas».
Más oposiciones de agentes de tráfico
En el año 2000, se introdujo una línea de agentes de tráfico en el cuerpo de los Mossos d’Esquadra. Apenas 12 años después, comenzó una época de parón en cuanto a convocatorias de oposiciones a Mossos. Durante las dos últimas legislaturas, se han vuelto a abrir plazas, entre 500 o 600 al año. «Los nuevos efectivos han engrosado el campo de la seguridad ciudadana, pero no el de tráfico. Simplemente, pedimos lo mismo que ellos», se queja García.
Desde CCOO recuerdan que se han reunido con el Jefe de la División de Tráfico en varias ocasiones, así como con el Comisario Jefe de la Comisaría General de Movilidad. Intentan saber porque se reunifican efectivos en algunos sectores de tráfico, y se deja sin agentes vías de paso para miles de personas. También se hallan en conversaciones con el Departamento de Interior del nuevo Govern.
La especialidad más peligrosa de los Mossos
La sobrecarga de trabajo de los especialistas de tráfico genera situaciones psicológicas muy duras. Normalmente, cubren accidentes de tráfico sin apoyo psicológico, ni valoración psicosocial de riesgos laborales, provocando afectaciones mentales difíciles de superar. No se puede obviar que la especialidad de tráfico está considerada la más peligrosa del cuerpo, así como la que más víctimas mortales causa en los Mossos.