Si alguien piensa que los medios de comunicación locales están exentos de protagonizar polémicas como las que viven las de mayores dimensiones se equivoca. Según relata El Triangle, el gerente de la Xarxa Audiovisual Local (XAL), Xavier Escribà Vivó, deja el cargo después de que la Oficina Antifraude denunciase que ocupaba un cargo pensado exclusivamente para él. Tal y como cuenta este medio, los estatutos de la XAL establecen que los gerentes solo pueden ejercer su función durante ocho años como máximo. Siendo así, la XAL decidió crear un cargo a medida para que Escribà pudiera seguir formando parte del área directiva de la empresa: Jefe del Área de Economía y Gestión de los Servicios Generales en la Red Audiovisual Local SL.
Se trataba de una plaza que no existía en el actual organigrama y las condiciones que tenía que «cumplir» el nuevo jefe de servicio se ajustaban como un guante a las de Escribà. Por ejemplo, uno de los méritos principales era el «tiempo de servicios efectivos prestado en la XAL en lugares relacionados con la gerencia, dirección, planificación económica y/o contratación y/o similares», apartado por el que se conseguían 30 puntos. Luego, debía pasar un entrevista con un tribunal del que formaban parte directivos que habían trabajado con Escribà así como un subordinado del actual gerente.
Del ala dura de JxCAT
Cabe recordar que Escribà llegó a la entidad de la mano de Francesc Pena, cuando Convergència se hizo con la presidencia de la Diputación. Una de sus primeras acciones fue despedir a los periodistas de signo progresista de la emisora de radio de la corporación provincial. En el plano ideológico, se mueve en el ala más dura de Junts per Catalunya, como prueba el hecho de que su perfil de Twitter se halle encabezado por los hasta ahora políticos presos y retuitee por sistema los mensajes de Carles Puigdemont, Lluís Llach o Joan Canadell.