Parece que, efectivamente, la presunta malversación de fondos públicos para sufragar la ruptura con España, llevada a cabo por los líderes del procés entre 2011 y 2017, van a suponer «piedras en el camino» del diálogo, tal y como las definió el ministro José Luis Ábalos. Y es que la Justicia sigue su curso ajena a los intereses del Ejecutivo, que desea iniciar una mesa de negociación con el separatismo para superar lo que llaman el «conflicto catalán». Así, cuenta El País que el Tribunal de Cuentas reclama 1.981.453 euros al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, fugado de la justicia desde hace cuatro años, y 1.932.323 al exvicepresidente, Oriol Junqueras, indultado por el Gobierno por su «indiscutible peso en las relaciones entre Cataluña y España».
Tanto Puigdemont como Junqueras forman parte de una lista de 39 ex altos cargos y funcionarios de la Administración catalana, entre ellos expresidente Artur Mas, a quien se exige la cantidad más alta: 2.803.115 euros —Mas ya fue condenado a devolver 4.988.620 euros por el 9-N, sentencia que se encuentra recurrida. En total, el Tribunal de Cuentas reclama 5.417.899 euros destinados a quebrar comunidad política española escindiendo Cataluña del resto de España. A su vez, el total reclamado a Andreu Mas-Colell —exconsejero de Economía con Mas— asciende a 2.803.115 euros. Los dirigentes del procés deben hacer frente a estos fondos de manera solidaria, aunque proporcionada a su grado de participación. Y si no cumplen con el pago, se procederá al embargo de bienes hasta cubrir la cantidad exigida.
El gasto de las ‘embajadas’ catalanas
Las actividades llevadas a cabo por la Generalitat para la promoción exterior del procés han sido divididas en 31 capítulos por el tribunal. Por ejemplo, por los viajes efectuados por los presidentes de la Generalitat, se reclaman 274.069 euros, y por las tarea de la embajada catalana en Reino Unido, 293.069 euros. Otras delegaciones que gastaron dinero indebidamente fueron la francesa (57.416 euros), la polaca (29.456), la estadounidense (148.538) y la italiana (95.747), entre otras. Por otra parte, las visitas internacionales del Diplocat, órgano de promoción exterior, costaron 1.536.191 euros, mientras que los contratos de promoción exterior del proceso separatista costaron 1.400.000 euros.
