Este será un verano «malo«, en términos de ocupación hotelera, en la Ciudad Condal, aunque algo mejor que el del año pasado. Entonces, fue prácticamente «inexistente». Aun así, se esperan unas cifras de ocupación lejos de la recuperación o consideradas normales para esta época. Así lo aseguran fuentes de la Confederación Empresarial de Hostelería y Restauración de Cataluña, ConfeCat. La entidad ha hecho públicas las conclusiones de su informe sobre las expectativas de la temporada estival, además de los datos de reactivación del sector del alojamiento turístico de Cataluña.
Junto a las malas expectativas para el Barcelonés y el Maresme, el estudio arroja otras conclusiones. En primer lugar, se aprecia un desarrollo desigual en cuanto a reactivación de la industria turística en toda Cataluña. En segundo lugar, se confirman unas expectativas más positivas en los destinos de sol, playa y montaña que en los urbanos.
Más de 2.000 millones de pérdidas en Barcelona
En la Ciudad Condal, la movilidad continúa muy afectada por las restricciones sanitarias, hecho que influye en la llegada de visitantes internacionales, los más importantes para la ciudad. Todo ello seguirá muy condicionado por la evolución de la población vacunada y las decisiones tomadas para facilitar la movilidad internacional.
Además, el turismo MICE (negocios, reuniones y congresos) no recuperará la normalidad, hasta febrero del año que viene. Respecto a la activación del sector, aproximadamente el 42% de los hoteles ya están abiertos, registrando una ocupación en torno al 30%. ConfeCat cree que a mediados de verano, entre el 50 o 60% de los establecimientos habrán retomado la actividad.
Lamentablemente, el sector hotelero de Barcelona ha perdido cerca de 2.100 millones de euros en los últimos 15 meses. En este contexto, el 65% aproximadamente de los trabajadores siguen acogidos a un ERTE (sobre 35.000) y los precios hoteleros se han visto gravemente afectados durante el año 2020, con caídas de entre el 50 y el 60%.
El sector hotelero de Barcelona ha perdido cerca de 2.100 millones de euros en los últimos 15 meses. El 65% de los trabajadores siguen en ERTE (sobre 35.000) y los precios hoteleros han registrado caídas entre el 50 y el 60%
El Maresme
En el Maresme se prevén ocupaciones bastante bajas en los primeros meses del verano (junio y julio), donde difícilmente se llegará al 30%. A partir del mes de agosto, septiembre y octubre se augura un notable incremento, por encima del 50 y 60% de la oferta alojativa. En cuanto a la activación del sector, se prevé que el fin de semana del 18 al 20 de junio pueda arrancar la actividad de la mayor parte de establecimientos situados en el Alt Maresme (Calella, Pineda de Mar, Santa Susanna y Malgrat de Mar).
Costa Brava y Alt Empordà
Desde ConfeCat anuncian “muy buenas expectativas” para esta campaña estival. Las reservas del sector se han reactivado de golpe, para junio, julio y agosto. De hecho, buena parte de los establecimientos que estaban cerrados, dada la situación de pandemia, reabrirán sus puertas entre el 1 y el 15 de junio.
En Costa Brava Centro hay confianza en mejorar los resultados del año pasado, e incluso alargar la temporada. El mes de junio todavía funciona con cierta incertidumbre, pero las reservas de julio y agosto siguen aumentando. Prácticamente el 100% de los establecimientos ya están abiertos.
En Lloret de Mar y Blanes, lo que se conoce como Costa Brava Sur, no esperan llegar al volumen de empleo del año 2019. Dependen del visitante internacional, aunque las expectativas referentes al mercado nacional son buenas. En cuanto a la reactivación de los establecimientos, la mayoría de los hoteles prevén su apertura alrededor de la Verbena de San Juan.
La Garrotxa
Este verano, la Garrotxa volverá a ser uno de los destinos preferidos por el turismo de proximidad, siguiendo la tendencia del año pasado. En estos momentos el 95% de los establecimientos ya han regresado a la actividad.
El Ripollès y la Cerdanya volverán a experimentar una buena campaña de verano, a partir de mediados de julio y todo agosto. A estas alturas, el 95% de los establecimientos ya han abierto sus puertas.
Por último, en la capital del Gironès, se espera una campaña parecida a la del año pasado, con mayor afluencia de turistas del centro de Europa. En Girona, las reservas se confirman a última hora y para estancias cortas. Actualmente, tan solo el 60% de los hoteles permanecen abiertos.
Costa Daurada y Terres de l’Ebre
En esta zona, se confía en el turismo familiar, por lo que prevén alcanzar el 65% de actividad, respecto del año 2019. A estas alturas, el 100% de los campings han reabierto, mientras que el 90% de los apartamentos turísticos abrirán en junio, alcanzando el 100% en julio. En cuanto a los establecimientos hoteleros, la actividad se retomará al completo ya en julio.
No obstante, en Sitges están especialmente preocupados y pesimistas, cuando valoran la campaña de verano. La reactivación hotelera se nota principalmente los fines de semana, con muy poca actividad de domingo a viernes. Además de un turismo de negocios inexistente.
Pirineos y Vall d’Aran
Las expectativas de ocupación hotelera son muy buenas en verano y otoño. Por eso, se espera que este mes el 100% de las empresas reemprendan la actividad. En Lleida ciudad se tardará algo más, quizás a mediados de septiembre. A partir de entonces, se activarán el 100% de las plazas.