Con el ya cercano fin del estado de alarma, el Ayuntamiento de Barcelona tiene previsto comenzar a controlar el acceso de vehículos contaminantes a la ciudad, además de empezar a imponer sanciones a aquellos que no cumplan con la normativa de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE). Así lo ha indicado la alcaldesa, Ada Colau, quien también ha recordado que estas multas tenían que haberse puesto en marcha el pasado mes de abril. Sin embargo, la irrupción del COVID-19 y el decreto de estado de alarma llevaron al Consistorio a aplazar la entrada en vigor de estas medidas.
«La zona de bajas emisiones no se ha descartado, otra cosa es que hubiese una moratoria por la evidente situación de excepcionalidad, ya que no era el mejor momento para implementarla con todos sus efectos», ha explicado Colau en una entrevista en Betevé, «a medida que se recupere la actividad, evidentemente, también se recuperarán muchas medidas que estaban en marcha, entre ellas las ZBE».
La alcaldesa ha descartado anunciar una fecha concreta para la implementación total de esta medida, pero todo indica que este mismo verano las ZBE serán una realidad. En el marco de la activación de un primer paquete urgente de medidas fiscales para responder a la situación generada por el COVID-19 y para contribuir a apaciguar el impacto sobre el tejido empresarial, las ZBE se aplazaron para compensar el pago de tributos y tasas municipales por el uso del espacio público.
El Ayuntamiento deberá coordinar con el área Metropolitana de Barcelona y los otros municipios que integran la ZBE (L’Hospitalet de Llobregat, Esplugues de Llobregat, Cornellà de Llobregat y Sant Adrià de Besós), para iniciar los trámites administrativos de entrada en vigor del régimen sancionador de la ZBE.
Descarta la moratoria de las ZBE hasta 2021
El Gobierno municipal de Colau rechazó el pasado mes de mayo la proposición presentada por el Partido Popular en comisión municipal y que planteaba una moratoria generalizada de las ZBE hasta el 31 de diciembre de 2021, ampliable en su plazo si la situación económica y sanitaria lo aconsejaba. Pero la alcaldesa tiene claro que las ZBE son irreversibles, tal y como ya aseguró el pasado mes de enero: «Es un proceso irreversible que no tendrá marcha atrás porque está en juego nuestra salud».
De ahí que ahora el Gobierno barcelonés mantenga la misma postura. Así, al menos, se desprende de la respuesta ofrecida por el concejal de Emergencia Climática y Transición Ecológica, Eloi Badia, al edil del PP Óscar Ramírez: «No se entendería que en un tema tan importante como la salud demos un paso atrás».
Badia, sin embargo, sí ha admitido que es aún necesario «trabajar la letra pequeña» de la nueva normatiza. «No podemos ir por una moción tan generalista», ha asegurado, «pero entendemos que debemos introducir algunos matices».
50.000 vehículos fuera de circulación
Las ZBE de Barcelona dejarán fuera de la ciudad a 50.000 vehículos, según los datos facilitados por el propio Ayuntamiento. Los vehículos más contaminantes que circulen por esta zona restringida pueden ser sancionados con multas de entre 100 y 1.800 euros.
El sistema de vigilancia se establece con cámaras que velarán por el cumplimiento de la norma que se aplica desde el 2 de enero y que debía pasar a ser sancionadora el pasado 1 de abril, ahora a la espera de nueva fecha. Con esta medida, las administraciones implicadas esperan reducir en un 15% los niveles de contaminación.
En febrero, el gobierno municipal destacaba que el inicio de la medida había permitido reducir un 50% el número de vehículos contaminantes que circulan por la ciudad de Barcelona.