El debate en torno a la concesión de indultos a los políticos condenados por el procés promovido por el Gobierno está encontrado un amplio rechazo dentro del constitucionalismo en general, y en el catalán en particular. Así, entidades constitucionalistas como Impulso Ciudadano o Sociedad Civil Catalana (SCC) han sostenido que no se dan las condiciones para su aplicación y que hacerlo supone deslegitimar a la oposición al nacionalismo en Cataluña. Sin embargo, existen voces dentro del no nacionalismo proclives a la administración de la medida de gracia, tal y como quedó patente ayer en un debate organizado por SCC que permitió escuchar los argumentos de los detractores y partidarios de los indultos.
Entre los contrarios a los indultos, una de las voces más firmes fue la de la diputada del PP en el Congreso Cayetana Álvarez de Toledo. La también promotora de la plataforma Libres e Iguales defendió que «Cataluña está en decadencia»: «Hace 40 años era el centro de la libertad de España. El nacionalismo la ha llevado a la decadencia. Los indultos son un condena para Cataluña». De esta manera, «si de verdad queremos pasar página de la decadencia catalana tenemos que hacer otra cosa, no más de lo mismo, y estos indultos van a ser más de lo mismo». En cambio, Álvarez de Toledo defendió hacer justo lo contrario y dedicarse a «fomentar el constitucionalismo».
«No todo lo jurídicamente posible es justo», según Ovejero
El filósofo Félix Ovejero, uno de los padres intelectuales de Ciudadanos, también aportó artillería argumentativa en contra de la medida de gracia. «Las leyes y las sentencias jurídicas son las reglas del juego que hay que respetar. Desde el gobierno de España se ha dado la razón al nacionalismo», argumentó Ovejero. Por otra parte, recordó que «no todo lo jurídicamente posible es justo, por mucho que Pedro Sánchez haya hecho de la inconsistencia su marca política». Y añadió: «si yo fuese suyo estaría muy triste».
En el bando del rechazo al perdón a los separatistas condenados se encontró también Pere Lluís Huguet Tous, expresidente del Consell d l’Advocacia Catalana. Éste denunció que el indulto «no puede ser nunca un perdón general, como una amnistía» cosa que, pese a que lo prohíbe el artículo 72 de la Constitución, se quiere hace con los presos del 1-O. En este sentido, criticó que se relativizase la aplicación de la ley y advirtió: «Cuando las cosas empiezan mal, acaban mal, y aquí ha habido mucha soberbia y mucha banalización de la figura del indulto».