La autocaravana se perfila como la opción ideal para estas vacaciones del primer verano de la que llaman la nueva normalidad. Pero su éxito, en realidad, no se debe a la pandemia del COVID-19. Así, al menos, lo consideran en la Asociación Española de la Industria del Caravanning (ASEICAR), que también remarca que «el sector lleva 6 años en continuo crecimiento y prevé agotar su flota de 5.500 vehículos igual que cada año». Hasta esta semana ya se había alquilado un 60% de la flota disponible.
El miedo a contraer el virus ha convertido la autocaravana en la reina del verano. Sin embargo, ASEICAR manifiesta que la diferencia de reservas con respecto a otros años únicamente tiene que ver con las fechas en que se han realizado. Los años anteriores empezaban a reservarse los vehículos en enero o febrero, mientras que este año empezaron en marzo por la incertidumbre de si podrían hacerse desplazamientos por el país.
El presidente de la patronal, José Manuel Jurado, aseguró recientemente que los datos del mes de abril habían sido «dramáticos» para el sector. Sobre todo considerando que, antes del inicio de la pandemia, estaba en alza y con buenas previsiones para el 2020, hasta que la irrupción del COVID-19 ha obligado a “bajar la persiana” a todas las empresas del sector.
La evolución de la industria del caravanning ha pasado en los últimos cinco años, según la organización, de sufrir la profunda crisis económica a convertirse en la oferta turística vacacional que más ha crecido en España, aumentando sus matriculaciones en un 347%.