Un juez escuchará las razones de Carles Puigdemont para viajar a Canadá el próximo 30 de agosto. Se trata de una vista solicitada por el expresidente catalán fugado en Waterloo tras no lograr el permiso necesario para acceder a este país hace dos años. Puigdemont había sido invitado por la Société Saint-Jean-Baptiste de Montreal. Sin embargo, no le dieron la autorización de viaje electrónica (eTA) cuando las autoridades canadienses comprobaron que estaba reclamado por España como presunto delincuente.
«Los funcionarios federales de inmigración», relata el digital canadiense La Presse, «se negaron a otorgarle el permiso porque era objeto de cargos penales en España por participar en el referéndum catalán, declarado ilegal por Madrid. En su país todavía estaba en vigor una orden de detención a tal efecto».
«Canadá lo considera un criminal»
Puigdemont ha solicitado a la Corte Federal canadiense que anule esta decisión de los funcionarios de inmigración y a esta petición ha respondido el juez anunciando que escuchará sus argumentos a finales del próximo agosto. El mismo digital cita al abogado de Puigdemont en Canadá, Stéphane Handfield, que ha explicado que el expresidente catalán aún tiene interés en viajar a este país. «La decisión en su contra todavía está plagada de consecuencias», ha asegurado el abogado, «Canadá lo considera un criminal«.
Según La Presse, Puigdemont podría acceder a territorio canadiense al margen de los funcionarios de inmigración si lo hiciera en barco o por tierra. Sin embargo, correría el riesgo de ser detectado y que las autoridades decidieran «ejecutar la orden de detención de la Justicia española y extraditarlo a España«.