El plan del Gobierno para indultar a los presos secesionistas condenados por levantarse contra el orden constitucional en 2017 se acelera. Tras sugerir en los últimos días el Ejecutivo que posibilitaría la medida de gracia —Sánchez llegó a afirmar que no estaba por la «venganza»—, allana ahora todavía más el camino a su concesión agilizando la reforma del delito de sedición. Y es que la rebaja de los castigos de dicho delito —en la que Justicia lleva meses trabajando—, reforzará los argumentos a favor de los indultos que el mismo Gobierno prepara.
A este respecto, El País secundó ayer la iniciativa del Gobierno en favor de los presos separatistas publicando un editorial proclive a la concesión de indultos. En el texto, titulado A los catalanes, se defiende que «la mejor manera de reconducir la crisis es a través de iniciativas políticas que primero rebajen la tensión, y progresivamente recuperen luego en la sociedad catalana espacios de sintonía con el proyecto democrático español». No obstante, según el periódico, la medida «no debería entenderse como un gesto para con los líderes independentistas, de los que la democracia no puede ni debe esperar nada, sino que constituiría un gesto de concordia para con los ciudadanos de Cataluña».
Críticas desde el constitucionalismo
Tanto el editorial de El País como la pretensión del Ejecutivo de acelerar la rebaja de la sedición han encontrado una fuerte contestación en el ámbito constitucionalista. Por ejemplo, el ensayista Juan Claudio de Ramón, señala que el argumentario esgrimido por la cabecera de Prisa «no convence». «Lo irracional no es la inercia sino creer que la enésima concesión sin contrapartida será de ayuda. Lo que crea independentistas es darles la razón», explica. «Por lo demás», añade, «el editorialdiscurre a partir de la eterna premisa equivocada: el independentismo crece por razones exógenas (lo que hacemos o dejamos de hacer los demás) y no por razones endógenas (internamente, fruto esperable del victimismo congénito al catalanismo)».
En cuanto a la anunciada rebaja de la sedición, la analista política Andrea Mármol denuncia la falta de congruencia con el discurso que hasta hace poco tiempo mantenía el presidente del Gobierno. «Sánchez ha pasado de querer habilitar al Código Penal para juzgar por rebelión a los condenados a cambiarlo para justificar que les indulta. Da igual cuándo dijera lo que pensaba. Lo grave es que capaz de cualquier cosa. Pues habrá que decirle que no en nuestro nombre», critica Mármol.