El despido de la polémica contertulia separatista Pilar Rahola de La Vanguardia está suscitando distintas interpretaciones. Desde el mundo separatista, circula la tesis de que la periodista —conocida por su vehementes críticas contra España y su cercanía al expresident fugado de la Justicia Carles Puigdemont— ha sido depurada del diario del Conde de Godó porque su maximalismo secesionista resultaba incómodo. Esta misma suposición es la que sostiene la propia articulista, que ha denunciado que se ha prescindido de ella por «motivos ideológicos y políticos».
En esta línea, Rahola explica en su perfil de Twitter que no aceptó las peticiones de cambiar sus planteamientos ni «suavizarlos». Asimismo, añade que no es el «primer intento» de echarla y que la «decisión de arriba de todo y más allá». Posteriormente, en su videoblog Paraula de Rahola la polemista ha abundado en estas razones: «Molestaban mis críticas a la monarquía, al establishment, a la represión masiva, a España como concepto y como marca. Y molestaba mi defensa de la independencia, una defensa desinhibida». A lo que ha añadido: «Censura ideológica, sí. Estoy fuera por eso en pleno siglo XXI. En eso a lo que llaman una democracia».
Sin embargo, otras voces han recordado que en el mismo diario siguen escribiendo otras articulistas con tesis separatistas parecidas a las de Rahola y que no se les ha despedido. También se ha señalado que Rahola nunca se avino a renegociar su elevado sueldo —fijado en 2007, cuando la situación económica de la prensa era más holgada—, lo que podría haber motivado su salida del diario conservador.
¿Represalias de ERC?
Por otra parte, el blog Dolça Catalunya recuerda que la filtración de una grabación entre la periodista y la antigua mano derecha de Artur Mas, David Madí, no sentó nada bien en las filas de Esquerra Republicana. El motivo es que en la cinta Rahola llama «desequilibrado» a Oriol Junqueras y culpa a los republicanos de su menguante presencia en TV3. Así, según esta versión, Esquerra habría presionado tras el acuerdo de Gobierno para que la periodista afín a Puigdemont dejase de publicar en La Vanguardia. «El Conde se la ha entregado, seguramente a cambio de lo de siempre: poder y dinero», opinan con su habitual acidez en este blog satírico.