El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont utiliza con frecuencia su papel como diputado en el Parlamento Europeo para arremeter contra España, tratando de demostrar que no se trata de una democracia homologable al resto sino de un Estado con ribetes autoritarios cercano a una dictadura. Y ayer no fue una excepción. Aprovechando un reciente informe que pasa revista a vulneraciones cometidas por Turquía en materia de derecho internacional, Puigdemont no vaciló que dichas acusaciones podían atribuirse igualmente a España.
«¿Cómo esperan ustedes que Turquía nos tome en serio, si en la Unión Europea (UE) hay Estados como España que están haciendo exactamente lo mismo? ¿Cómo podemos criticar a Turquía por hacer lo mismo que hacen Estados miembros de la UE?», denunció el líder neoconvergente fugado de la Justicia, en referencia al encarcelamiento de los líderes separatistas catalanes condenados por sedición tras los hechos del otoño catalán de 2017. Así, en su intervención —ante una Eurocámara semivacía— Puigdemont no dudó en equiparar a España con Turquía amparándose en que ambos países ignoran «las decisiones adoptadas por mecanismos de la ONU como el Comité de Derechos Humanos de la ONU y el grupo de trabajo sobre la detención arbitraria».
El grupo de trabajo de la ONU que recibió donaciones del Govern
A este respecto, recordó que un grupo de trabajo de la ONU tachó de «arbitraria» la prisión preventiva de algunos líderes del procés en un informe no vinculante. Sin embargo, lo que Puigdemont no explicó es que la Generalitat efectuó, a través de la Agencia Catalana de Cooperación al desarrollo, una donación de 150.000 euros a la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, sección de la que depende el grupo de trabajo que elaboró el informe. Asimismo, el documento también fue puesto en solfa por el Gobierno de España, que llamó la atención por su falta de independencia e imparcialidad.
El separatismo ha perdido el 30% (casi 1 de cada 3) de los votos que obtuvo en 2017: de 2.079.000 a 1.456.000, més de 623.000 catalans han dit adéu al prusés, la secesión ya no les ilusiona, no ven necesario movilizarse.En 2019 hubo cuatro elecciones en Cataluña y , en todas, el separatismo perdió más de 300 mil votos.Por cierto, no había COVID