Acordado el reparto de sillas, el pacto entre Junts y ERC para gobernar la Generalitat parece ir adelante sin excesivos problemas. 25 millones de euros anuales en sueldos bien lo merecen. Sin embargo, el acuerdo puede encontrar algunos escollos cuya superación no dependerá de la voluntad de los separatistas. Es el caso de la composición del consejo de la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals (CCMA, más conocida como la Corpo).
Posconvergentes y republicanos han decidido que, en la legislatura que acaba de comenzar, Junts se hará cargo de la Secretaría de Difusión de la Generalitat, ahora en manos de los republicanos. Estos, por su parte, se encargarán de la Secretaría de Comunicación y de la Corpo, hasta ahora en manos de los de Carles Puigdemont, según ha avanzado El Nacional. Controlar la Corpo quiere decir controlar TV3 y Catalunya Ràdio, dirigidas ahora por Vicent Sanchís y Saül Gordillo, respectivamente.
Una para ti, otra para mí
Pero, las piruetas entre ambas formaciones para llegar a acuerdos en las últimas legislaturas obligan a que se repartan también el control de ambos medios públicos. De este modo, ERC retomará ahora el de TV3, mientras que Junts tendrá que conformarse con Catalunya Ràdio.
El galimatías se complica porque para nombrar un nuevo consejo de la Corpo, organismo que debe decidir quiénes dirigirán TV3 y Catalunya Ràdio, es necesario el respaldo de, al menos, tres grupos del Parlament, además del apoyo de dos tercios de los diputados. Junts, ERC y Guanyem-CUP suman entre los tres solo 74 de los 90 escaños que necesitan para renovar el consejo de esta empresa pública.
Cargos ‘caducados’
En 2018 posconvergentes y republicanos se encontraron en la misma situación y lograron un pacto con el PSC y Ciudadanos. Sin embargo, la formación entonces liderada en Cataluña por Inés Arrimadas se descolgó en el último momento. Esto provocó que el consejo no fuera renovado y algunos de sus cargos, a estas alturas, o bien no están cubiertos o bien han caducado.
Así las cosas, el acuerdo de Govern entre Junts y ERC no descarrilará pero, visto lo visto, no saldrá adelante en algunos aspectos como la renovación de los más de 25 organismos públicos que hoy están bloqueados porque sus responsables han agotado el mandato. El caso de TV3 y Catalunya Ràdio es especialmente sensible en una legislatura en la que es de prever que ambas formaciones mantengan, a pesar de todo lo dicho esta semana, su particular guerra por la hegemonía del independentismo. Y nada mejor que la televisión y la radio públicas como escenario de tan, cuando menos, peculiar batalla.