La simbólica elevación del tono del presidente Quim Torra el domingo ante el Gobierno de Pedro Sánchez con la excusa de conseguir más fondos para Cataluña para la reconstrucción tras la pandemia de COVID-19 no ha producido, de momento, ningún efecto en el Ejecutivo central. Pero sí lo ha hecho en su más directo rival, ERC, que este lunes ha lanzado una dura advertencia al PSOE y Unidas Podemos, con la intención de dejar claro su poder tanto al Ejecutivo como a JxCat. Y lo ha hecho anunciando que, si Sánchez da luz verde al llamado decreto sobre la «nueva normalidad«, los republicanos recurrirán a la Justicia.
La portavoz del partido, Marta Vilalta, ha definido el decreto como «un nuevo intento de recentralización de las competencias«. No se puede obviar que las de Sanidad e Interior están tuteladas por el Gobierno desde la entrada en vigor del estado de alarma el pasado mes de marzo. Algo que ha generado un gran malestar en las formaciones independentistas.
Manos atadas para la gestión
Desde ERC también se ha criticado la modificación de los criterios de reparto de 16.000 millones de euros de los fondos estatales para la reconstrucción, que irán a parar a las comunidades autónomas. En este sentido, Vilalta ha hablado en nombre del Govern asegurando que tiene la sensación de estar «trabajando con las manos atadas«. Algo que, ha añadido, «no es de recibo».
Por estos motivos, los republicanos advierten al Ejecutivo de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias: «Ya está bien de imposición y de improvisación. Basta de gestión sin diálogo, sin cooperación ni coordinación, a golpe de titular y cambiando de un día para otro». Vilalta, además, ha asegurado que la «prioridad» debe ser el «entendimiento», pero también «el respeto a las competencias de cada uno».
Con la vista en las elecciones
Así las cosas, ERC parece estar intentando que JxCat no le tome la delantera ante Madrid pero, sobre todo, que no se adelante en las encuestas porque, aunque Quim Torra haya descartado convocar elecciones, todo indica que tendrá que hacerlo en cuanto se conozca la sentencia definitiva del Tribunal Supremo sobre su inhabilitación. La posconvergencia confía, por su parte, en que, con Carles Puigdemont de número 1, poder arrastrar el voto de independentistas que contemplan con cierto estupor cómo los republicanos han optado por la vía del diálogo con el Estado cuando en 2017 apostaron por la unilateralidad.
Desde JxCat tienen claro que la mesa de negociación acordada entre ERC y el PSOE solo puede ser beneficiosa para los republicanos en términos electorales. De ahí que el propio Torra haya casi descartado que vuelva a convocarse. Más con la intención de desanimar a la formación liderada por Pere Aragonés que porque realmente vaya a ser o no efectiva. Y buscan un enfrentamiento directo con el Estado ahora que la pandemia está ya prácticamente controlada y todo parece empezar a volver a la normalidad, sea o no nueva. La precampaña está ya en marcha en Cataluña y las víctimas del coronavirus dejarán de ser protagonistas en breve para dar paso, una vez más, a las promesas de independencia.