Las cuestiones relacionadas con la memoria histórica siguen originando polémicas. Si hace poco en Madrid la Justicia no permitió que se retirase la calle dedicada a los «caídos en la División Azul», ahora sabemos que la Associació Tortosins pel Monument y el Col·lectiu per la Reinterpretació del Monument a la Batalla de l’Ebre (Corembe) han logrado reunir 1.405 firmas en sólo diez días exigiendo que no se retire el monumento franquista situado en Tortosa junto al río Ebro.
Ambas entidades se oponen con esta iniciativa popular a la determinación de la Generalitat y el Ayuntamiento de Tortosa de desmantelar el monumento. Y, aunque solo requerían 400 firmas para que la iniciativa pudiese tomar cuerpo en el consistorio como moción, en tan solo diez días han conseguido el triple. La moción pide «respetar la voluntad expresada por los tortosinos y tortosinas en la votación del 28 de mayo del 2016». El resultado de tal referendo fue que se mantuviese el monumento, si bien reinterpretado —un 68% de los votos secundaron esta opción—. Pese a ello, el Ayuntamiento desoyó a los vecinos y el años pasado inició el procedimiento para su retirada.
Un monumento «reconstruido y reinterpretado»
Para defender la permanencia del monumento, construido en 1964 e inaugurado por Franco dos años más tarde, las entidades citadas alegan el «incalculable valor artístico» de la obra. Asismismo, recuerdan que «Tortosa no es una ciudad franquista ni fascista» y que ayudaría a eliminar ese estigma mantener el monumento «reconstruido y reinterpretado». Cabe recordar que las referencias al franquismo fueron eliminadas a lo largo del periodo democrático, si bien aún permanece la frase: «A los combatientes que hallaron la gloria en la batalla del Ebro».