La consellera de la Presidencia y portavoz del Govern en funciones, Meritxell Budó, ha descartado este lunes prolongar medidas «excepcionales» como el toque de queda a partir del 9 de mayo, fecha en la que el Gobierno tiene previsto derogar el decreto de estado de alarma. La decisión se tomará en función de si los datos epidemiológicos de COVID-19 evolucionan de forma favorable en Cataluña.
En una entrevista en Ràdio4 y La2 recogida por Europa Press, Budó ha asegurado que la Generalitat analizará a lo largo de esta semana qué medidas es necesario mantener ante el fin del estado de alarma: «Todo lo que no sea necesario alargar, no lo alargaremos«.
Nuevo marco normativo
Además, ha explicado que el Govern quiere aprobar un marco normativo para poder aplicar este tipo de restricciones si los datos empeoraran, con el aval final de un juez, y que este martes prevén aprobar un «texto normativo» para darles amparo legal. También ha detallado que los servicios jurídicos de la Generalitat que trabajan en el decreto han abordado esta cuestión con el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) para garantizar su viabilidad en caso de que sean necesarias.
Preguntada por si el confinamiento perimetral de Cataluña también decaerá, ha dicho que «se tiene que acabar de valorar» y que el objetivo es evaluar cómo recuperar actividades económicas afectadas, como la restauración, que podrá abrir de noche a partir del 9 de mayo, según anunció el Govern.