Llegó el turno de Olga Moreno. Poco a poco, Rocío Carrasco ha ido contando los detalles de 25 años de silencio. Nadie se ha quedado sin su trozo de tarta en el docudrama ‘Contar la verdad para seguir viva’ y, aunque ha tardado, Olga no iba a ser menos. Para Rocío, la mujer de Antonio David, su verdugo, ha sido una pieza clave en todo este entramado.
«La madre coraje»
Habrán visto, leído y escuchado en prensa y televisión cómo la mujer de Antonio David se deshace en elogios hacia Rocío y David, los hijos de su pareja, a quienes, insiste, considera como propios. De hecho, la primogénita de los Carrasco-Flores, se ha dirigido en múltiples ocasiones hacia Olga como su verdadera madre.
Postureo y «mentira»
Rocío Carrasco tilda a la pareja de su ‘maltratador’ como una ‘cómplice necesaria’ para arrebatarle a sus dos hijos.
En esta nueva entrega del documental, Rocío Carrasco tilda a la pareja de su ‘maltratador‘ como una ‘cómplice necesaria’ para arrebatarle a sus dos hijos. Muestra de ello, cuenta, es lo que vivió durante un ingreso hospitalario de su hijo David. Según Rocío, Olga había advertido al pequeño de que su madre no iría a visitarlo. «Eso no se hace aunque fuera la madre más perra e hija de puta del Universo», recrimina a Olga
«Eso no se hace aunque fuera la madre más perra e hija de puta del Universo»
«Todo mentira», insiste Rocío Carrasco, después de contar que pasaba días quitándole piojos a sus hijos cada vez que volvían de estar con su padre y con Olga. «El papel de madre coraje vale para un Sálvame Deluxe, una revista Semana o Lecturas. De frente, ni una tiene una cosa ni el otro tiene huevos».
La ejemplaridad que venden Olga y Antonio David para con los niños no se sostiene, según Carrasco, fundamentalmente, porque han crecido absolutamente manipulados.
Traición
Uno de los episodios que rescata Rocío Carrasco sobre Olga en el documental es cuando le pidió ayuda con la niña. Al parecer, ésta habría contado a la menor la conversación con su madre, lo que contribuyó a un nuevo ataque. «Eres una hija de puta… ¿Qué te creías, que Olga era tu amiguita?