De nuevo, los datos confirman que la violencia política en Cataluña es cometida principalmente por el separatismo. Es lo que ha confirmado el Observatorio Cívico de la Violencia Política en Cataluña, creado por las asociaciones constitucionalistas Impulso Ciudadano y Movimiento contra la Intolerancia, que acaba de hacer público su tercer informe sobre el particular.
Además, según el documento, que recopila con exhaustividad los incidentes violentos vinculados a la política en Cataluña durante el año 2020, se ha «constatado la consolidación de un modelo de violencia política, los estallidos recurrentes en torno a acontecimientos puntuales que cumplen la función de detonantes al servicio de la estrategia del independentismo para desestabilizar el marco social e institucional. Se puede afirmar que este patrón de violencia sostenida con picos de caos social es la forma que ha tomado el procès tras fracasar el golpe institucional de 2017».
Un 73,95% de las víctimas, reacias a la secesión
Así, el informe revela que de los 380 casos que tuvieron lugar en 2020, 349 fueron perpetrados por personas o grupos separatistas, lo que supone un 91,84% del total —en 2019, fueron el 95,45%—. Del mismo modo, el grupo de víctimas que ha padecido de manera reiterada y mayoritaria los actos de violencia han sido las personas y entidades del ámbito contrario a la secesión de Cataluña. Sobre el total de 380 incidentes, las víctimas han sido identificadas como reacias al separatismo en 281 ocasiones (un 73,95%).
En cuanto a los partidos políticos, los que han sufrido de manera más sostenida y recurrente han sido, una vez más, los del segmento constitucionalista o contrarios a la secesión de Cataluña. Y es que, de los 62 ataques a partidos políticos, 52 han tenido como víctimas a la formaciones no separatistas, lo que representa un 83,70%. El partido no separatista más atacado ha sido Vox, que ha sufrido casi el 40% de las agresiones. Le siguen PSC (20,97%), Ciudadanos (14,52%), En Comú Podem (6,45%) y PP (4,84%). Por su parte, de entre las formaciones secesionistas, JxCAT, PDeCAT y la CUP no han sufrido ni una sola agresión, acaparándolas todas ERC, que ha sufrido diez ataques (siete de ellos procendentes del ámbito secesionista).
Por lo que respecta a las entidades sociales, la historia se repite: mientras los colectivos constitucionalistas sufrieron diez ataques, los separatistas padecieron dos. Los más atacados han sido S’Ha Acabat (cuatro veces) y Sociedad Civil Catalana (dos).
Discurso «totalitario» alentado por las instituciones
Ante esta situación, el informe de Impulso Ciudadano concluye poniendo el acento en la responsabilidad de la Generalitat en la violencia que se ejerce sobre el no nacionalismo. «Nos enfrentamos a una violencia estructural», alertan, «que se ha transmitido de manera consciente a una sociedad intoxicada por un discurso totalitario, letal para un modelo de sociedad que respete los derechos de todos. Es una realidad violenta que no sólo es ignorada y ocultada por las instituciones catalanas, sino que es potenciada por estas». Y es que, para IC, es un «hecho innegables la connivencia de los poderes públicos de Cataluña con esta marea de intransigencia y odio».