El exjefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO), Enrique García Castaño, ha admitido este jueves en la comisión de investigación del Congreso de los Diputados sobre la Operación Kitchen que a él le encargaron colocar una grabadora en el despacho del exministro del Interior Jorge Fernández Díaz y que está «como loco» de poder hablar de la conocida como Operación Catalunya.
A preguntas de varios portavoces, entre ellos el del grupo parlamentario ERC, Gabriel Rufián, García Castaño ha reconocido que él y un técnico fueron los encargados de colocar una grabadora en la reunión -luego publicada en prensa- del ministro del PP con el entonces director de la Oficina Antifraude de Cataluña (OAC), Daniel Alfonso.
García Castaño ha asegurado que está «como loco» por hablar de la llamada Operación Catalunya, ya que lo ha intentado «tres veces» en la Audiencia Nacional –donde está imputado en el caso Tándem— y no le han dejado.
Nada relacionado con el independentismo
Según ha explicado, participó en diligencias policiales que buscaban luchar contra la corrupción en Cataluña y proteger la «seguridad de las instituciones y de los cargos políticos, pero nada relacionado con independentismo ni cosas raras». En ella también habría estado presente el secretario de Estado, ha apuntado.
Así, ha indicado que un día le llamó el entonces Director Adjunto Operativo (DAO), Eugenio Pino, para informarle de la reunión que Fernández Díaz iba a mantener con Alfonso y que éste tenía «que protegerse porque no sabía si le iban a grabar».
En este contexto y a petición, según cree, del propio ministro del Interior, fue al despacho de Fernández Díaz con un subordinado y colocaron una «mini grabadora debajo de una mesa» para que el encuentro quedara registrado. Una vez concluido, volvieron a la sede del Ministerio del Interior, recogieron el dispositivo y su información se la entregaron a Pino.
«Teníamos que proteger al ministro Jorge Fernández Díaz de que le pincharan el teléfono. También a los partidos políticos constitucionalistas para saber si alguien les vigilaba, si había algo no ortodoxo», ha subrayado. Es más, ha recomendado a Rufián que recurra a esta práctica de grabar sus conversaciones más sensibles como medida de protección.
Fernández Díaz lamentó la publicación de dicha reunión en la prensa y aseguró sentirse una «víctima». García Castaño ha explicado a los grupos de la ‘comisión Kitchen’ que cuando vio que la conversación se había publicado en la prensa se escandalizó: «¿Pero en qué país vivimos?».
«Deseando hablar»
«Estoy deseando hablar de la Operación Catalunya, que no fue para vigilar a partidos políticos«, ha comentado el comisario en otro momento de la comparecencia, donde ha reconocido que como mando de la lucha antiterrorista también se «movió» mucho por el País Vasco y que «hablaba con gente de Herri Batasuna».
«Yo no hablaba de independencia, hacía mi investigación. En este caso era por toda la corrupción que había», ha comentado acerca de la ‘operación Catalunya’, citando entre las personas que fueron de interés policial a Fèlix Millet, Daniel Osàcar o la familia de Jordi Pujol. «No puedo decir más», ha matizado en una de las muchas alusiones al impedimento de dar detalles sobre operativos sobre los que pese el deber de reserva.