El otrora científico estrella del Govern, Oriol Mitjà, ha entrado en una deriva, cuando menos, llamativa en los últimos meses. Sus ataques a ERC, sus insultos a los republicanos Pere Aragonés y Alba Vergés o su insinuación de que se codea con José Luis Rodríguez Zapatero tienen más repercusión que cualquiera de sus indicaciones sobre cómo afrontar la crisis sanitaria del COVID-19. Mitjà acaba de publicar el libro A cor obert, relat de tot el que viscut y ha reconocido en un programa de TV3 que padece depresión. El investigador, que trabaja en el hospital badalonés de Can Ruti, ha ido un poco más allá ahora al afirmar que policías y criminales comparten «la misma frecuencia de algunas alteraciones genéticas que predisponen a la violencia».
Lo ha hecho en un tuit que posteriormente ha borrado y que, de momento, le ha costado una demanda por parte del Sindicato Unificado de Policías (SUP). Esta organización ha acusado al asesor del ex presidente Quim Torra de «tratar de dañar la imagen policial con argumentos disparatados y descartados por la comunidad científica». El sindicato, además, ha tildado el mensaje de Mitjà de «afirmaciones más propias del régimen nazi«.
Sostenella y no enmendalla
Tras conocer la interposición de la demanda, Mitjà ha pedido disculpas a los policías «como científico». «Rectifico», ha dicho, «puesto que otros expertos apuntaron que el artículo que presenté está desfasado». Sin embargo, como «ciudadano», el ex asesor del Govern se ha mantenido en sus trece al añadir que rechaza «cualquier tipo de violencia» y que reclama que la policía «actúe siempre con profesionalidad».