Nunca llueve a gusto de todos. Algo así deben pensar los organizadores de la exposición La luz de la Edad Media en la literatura catalana, que se celebra en la Biblioteca Nacional de España y que enfrenta estos días, al menos en redes sociales, a separatistas catalanes y valencianos por culpa de la lengua. El objetivo de la muestra, según han explicado los organizadores, es «mostrar obras cuya base textual reflejan las lenguas vernáculas utilizadas en los antiguos territorios de la Corona de Aragón, con especial incidencia del catalán».
El empleo del adjetivo «catatalán» ha molestado a numerosos valencianos puesto que muchas de las obras expuestas son precisamente libros que se hicieron en lengua valenciana, como es el caso de Tirant lo Blanc o Espill.
La culpa es de España
En vistas de que el rifirrafe entre unos y otros no llegaba a nada, puesto que no es fácil dilucidar si valenciano y catalán son lenguas diferentes, muchos han optado por culpar a España, a la que llegan a acusar de haber montado la Biblioteca Nacional gracias al «saqueo de los fondos del arzobispo de Valencia, Antoni Folch de Cardona» tras la Guerra de Sucesión. Así lo ha hecho el presidente de las Cortes Valencianas, Enric Morera, de Compromís.
La Biblioteca Nacional, por su parte, ha pedido disculpas a todos los que se han sentido afectados. «Lamentamos», han asegurado en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter, el malestar causado a todos aquellos que han percibido cualquier tipo de discriminación relacionada con la exposición». Y han subrayado que el objetivo de la muestra no es otro que presentar «obras en las lenguas vernáculas utilizadas en los antiguos territorios de la Corona de Aragón«.