Tanto el separatismo como la nueva izquierda ponen en solfa con frecuencia la figura de Felipe VI en particular y la monarquía española en general, que consideran una anacronismo y asocian al nacionalismo español. Este sentimiento antimonárquico se intensificó especialmente tras el discurso del Rey en octubre de 2017, en el que el monarca defendió la legalidad constitucional frente a los que pretendían derribarla y —en un gesto muy valorado por el constitucionalismo catalán desde entonces— recordó a los catalanes no nacionalistas que no estaban «solos». Aquel discurso le valió el rechazo visceral del separatismo catalán pero también de figuras de la izquierda alternativa como Ada Colau, que denunció «la falta de empatía brutal» de Felipe VI.
Ahora, la alcaldesa de Barcelona ha vuelto a lanzar sus dardos dialécticos contra la monarquía. En una entrevista en Catalunya Ràdio con motivo del 90 aniversario de la Segunda República, Colau ha mantenido que, aunque el PSOE «tiene miedo a cuestionar» la institución, es «cuestión de tiempo» que ésta acabe cayendo. Y es que, según la líder de los comuns, la corona se encuentra «más deslegitimada» que nunca a la par que la sociedad española ya está preparada para abordar el debate de su abolición. «Tendremos en contra reaccionarios y estructuras heredadas del franquismo con mucho poder. No será sencillo. No sabemos cuándo ni cómo podrá suceder, pero en pleno siglo XXI es normal que el Jefe del Estado pueda elegirse mediante votación y no por herencia sanguínea», ha argumentado.
Ha sido entonces cuando en Catalunya Ràdio han aprovechado para preguntarle a la alcaldesa si resultaba incómodo gobernar en Barcelona con los socialistas, que mantienen un postura opuesta a la de los comunes con respecta a la corona. Colau ha respondido que en todos los gobiernos de coalición se dan incomodidades, pero que «mucho más incómodo» sería un gobierno del PP con Vox.
El «diálogo», ausente de Twitter
En cuanto a su controvertida decisión de abandonar Twitter para consagrarse a la «buena política», Colau se ha reafirmado en ella. Así, ha manifestado que podría haber decidido que su perfil lo gestionase su equipo, pero no lo ha hecho porque considera que a la «política le sobra esta red». Asimismo, ha negado que cierre su cuenta para evitar críticas o preguntas incómodas. Según ella, sigue gustándole el debate, pero afirma que si bien antes esta red facilitaba el «diálogo», en la actualidad ya no es así.