El Grupo Koiné vuelve a la carga contra los catalanes castellanohablantes. Si en 2016 promovieron un controvertido manifiesto que abogaba por el catalán como único lengua oficial en Cataluña —texto que fue firmado por 276 personalidades del mundo nacionalista, entre ellas la actual presidenta del Parlament, Laura Borràs—, ahora aseveran que la inmigración española en Cataluña fue un instrumento del franquismo para acabar con el catalán.
Esta tesis —que ya esgrimieron en el documento de 2016— ha sido defendida en un artículo publicado en el diario Avui ayer lunes. En él, el colectivo —formado en la actualidad por once miembros— se defiende precisamente de las acusaciones de «racismo» que han recibido desde la publicación de aquel texto. Según afirman, las acusación se deben a la «tergiversación de la frase» en que recogían «denuncias previas sobre cómo la dictadura quiso emplear y estimular las corrientes migratorias como una herramienta para el genocidio lingüístico y cultural por la vía de la minorización demográfica de los catalanes en nuestro propio país».
La «solución final» contra el catalán
En este sentido, el colectivo se reafirma en sus tesis recordando que «en estos cinco años el mundo académico ha seguido consolidando los estudios sobre lo que se llama “ingeniería social de las migraciones”, ámbito de estudio que se interesa por cómo las dictaduras y regímenes totalitarios utilizan las corrientes migratorias como instrumento político». Esto, a su juicio, es lo que ocurrió en España, donde resulta «innegable» que la dictadura franquista aspiraba a una solución final basada en la residualización demográfica de los catalanes».
Por otra parte, la asociación niega ser «supremacista», y asegura que el verdadero supremacismo es el «español» porque «impone» el castellano marginando al resto de lenguas —ello, a pesar de que en Cataluña la lengua vetada en la escuela es el castellano—. Asimismo, también rechaza defender el «monolingüismo» en catalán, asegurando que apuesta por el «multilingüismo». Solo que con una condición: la de «restituir al catalán el estatus de lengua territorial de Cataluña». Y es que, a su parecer, en Cataluña se vive un proceso de «sustitución lingüística», debido al cual el catalán desaparecerá a manos de los castellanoparlantes.
Las redes responden
El artículo ha suscitado numerosas reacciones del mundo constitucionalista en Twitter. Algunas de ellas han refutado la tesis de que el franquismo tratase de acabar con el catalán mediante la inmigración recordando que Madrid vivió una situación similar a la de Cataluña, lo que demostraría que las causas de los fenómenos migratorios de la época fueron en realidad sociales y económicas.