La marejada producida en el seno de Junts por las declaraciones de Jaume Alonso-Cuevillas, abogado de Puigdemont y secretario segundo de la Mesa del Parlament, ha acabado produciendo su sustitución por Aurora Madaula, una fiel voz de su amo, a pesar de su rectificación parcial de las mismas.
Recordemos que Cuevillas, abogado de profesión, en una entrevista en Vilaweb se declaró contrario a tramitar declaraciones sobre la autodeterminación o sobre el Rey por considerar una »tontería» ser inhabilitado por cuestiones meramente simbólicas y sin efecto legal alguno. Además, cuestiono que se tratara de una «confrontación inteligente» con el Estado.
Cuevillas se sentía intocable por su relación con Puigdemont. Y con más capacidad intelectual que sus compañeros de filas
En su escrito de rectificación, Cuevillas ha achacado su error a la inexperiencia. Sin duda, sus palabras pueden explicarse en parte por esa razón. Pero la razón principal es que Cuevillas se sentía intocable por su cercanía a Puigdemont. Y con más capacidad intelectual que sus compañeros de filas. La realidad es que no ha entendido los mecanismos propios de la política. No se es diputado para tener ideas propias, por sensatas que puedan parecer. Ha sido víctima de la soberbia.
En plenas negociaciones para la investidura de Pere Aragonés, las palabras de Cuevillas son un torpedo a uno de los signos de identidad de Junts frente a ERC: la confrontación radical con el Estado a todos los niveles. No es, pues, extraña la reacción en su contra de quienes se consideran con más galones que él, que no deja de ser un advenedizo con una relación privilegiada, sin tener que haber ascendido orgánicamente, derivada de ser abogado de Puigdemont. También ha olvidado Cuevillas una regla de oro en política: el que se mueve no sale en la foto. En los partidos no se premia tener ideas propias sino cumplir las directrices sin pestañear y menos con declaraciones a medios de comunicación.
Aunque va a seguir de diputado raso, no creo que dure mucho. No por que lo echen, su relación con Puigdemont lo blinda, sino porque no lo veo aceptando un papel de mero comparsa en su grupo parlamentario. Aunque podemos asistir a otro escenario: que acabe en el Govern en pago a los servicios prestados.