La nueva izquierda ha vuelto a poner de moda el lema «Lo personal es lo político», una consigna surgida a finales de los 60 que defendía la ausencia de barreras entre la vida privada y la esfera política. Quien dude de la segunda juventud que está viviendo este eslogan, no tiene más que observar un reciente anuncio laboral publicado por el Ayuntamiento de Barcelona en la página web del Centre de Recursos per a les Associacions Juvenils de Barcelona. En él, se oferta un puesto para el Observatori del Deute en la Globalització cuyos aspirantes deben reunir una serie de características ideológicas muy concretas.
El nombre de la oferta no deja lugar a dudas sobre la naturaleza ideológica del trabajo: «Técnico ecofeminista en gestión de proyectos de justicia climática, soberanía energética y apoyo a la comunicación». A continuación, el anuncio especifica más detalles sobre el puesto. Así, se dice que el perfil anhelado es el de un «activista ecofeminista en movimientos sociales relacionados con la justicia climática, la soberanía energética, el ecofeminismo, con conciencia de clase, género y origen, y mirada interseccional y decolonial, entre otros afines».
Compromiso contra violencia machista
Estos requisitos no son los únicos buscados. El anuncio también señala que el aspirantes deberá gozar de experiencia en «investigación-activista, formación comunicación, incidencia y enredamiento para la movilización y la transformación social». Además, se tendrá que estar «posicionado en redes sociales y comunicación digital activista». Por último, se exige «suscripción a los códigos de conducta y protocolos contra la violencia machista de la entidad y en las redes donde participa».
Lo singular del anuncio —cuya constitucionalidad podría estar en entredicho al imponer condiciones ideológicas para un puesto de trabajo— ha originado diversas burlas de internautas en las redes sociales, así como una entrada del blog satírico Dolça Catalunya, que ha bromeado con el asunto señalando que la oferta estaba destinada a oportunistas en busca de «subvenciones».