Si bien el voto para decidir si se retiraba o no la inmunidad a los eurodiputados separatistas Carles Puigdemont, Toni Comín y Clara Ponsatí ha sido secreto, lo cierto es que los aliados del ex presidente catalán en el Parlamento europeo ya habían anunciado que votarían en contra de que le fuera retirado este privilegio. Y, a la vista de sus credenciales, solo se puede decir que el separatismo catalán cuenta en Europa únicamente con el respaldo de formaciones ultras.
Es el caso de Rassemblent National de la ultraderechista Marine Le Pen. Es habitual que los independentistas catalanes critiquen la relación que mantiene esta formación con Vox y Santiago Abascal. Pero la realidad es que han sido uno de los apoyos de Puigdemont, Comín y Ponsatí apelando a razones «jurídicas» y evitando pronunciarse sobre si están o no de acuerdo con su proyecto separatista.
Contrarios a ayudar a los territorios más débiles
También se han posicionado a favor de Puigdemont los eurodiputados de derecha y extrema derecha de Alternative für Deutschland. Esta formación, presidida por Jörg Meuthen, es contraria a la UE, defiende la salida de Alemania del euro y rechaza las ayudas para los llamados «países periféricos», entre los que se encuentra España. Contrarios a la inmigración, algunos de sus integrantes han sido calificados por medios alemanes como «neonazis».
Los eurodiputados italianos de la Lega, integrados en el grupo Identity and Democracy, también han votado en contra de que Carles Puigdemont pierda la inmunidad. Esta formación, presidida por el controvertido Matteo Salvini, está considerada como un partido de ultraderecha. Rechaza abiertamente la inmigración ilegal y la reducción de las ayudas a las zonas más empobrecidas de Italia.
Apoyando abiertamente a Puigdemont están también los eurodiputados del flamenco Vlaams Belang, un partido heredero del Vlaams Blok que fue disuelto tras ser condenado por sus posturas racistas y homófobas. Su presidente es Tom van Grieken y su ideología pasa por la defensa de una república flamenca de derechas.
No solo en la ultraderecha tiene el separatismo catalán aliados europeos. También los ha encontrado en la ultraizquierda. Así, a favor de los tres eurodiputados catalanes se han mostrado los integrantes de La France Insoumise, liderada por Jean-Luc Mélenchon. Esta organización no cree en los partidos tradicionales y se define como un movimiento ciudadano. En su ideario destacan propuestas como la nacionalización de servicios básicos o un salario mínimo de 1.326 euros netos por 35 horas de trabajo semanales.
El separatismo ha perdido el 30% (casi 1 de cada 3) de los votos que obtuvo en 2017: de 2.079.000 a 1.456.000, més de 623.000 catalans han dit adéu al prusés, la secesión ya no les ilusiona, no ven necesario movilizarse.