Destrucción y llamas es lo que están provocando las protestas por el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél. La manifestación pacífica de aquellos que aseguran defender el derecho a la libertad de expresión, a pesar de haber reunido este sábado a unas 4000 personas, ha perdido el protagonismo por los delincuentes que día tras día toman las calles de Barcelona, «la ciutat que m’estimo»
La manifestación pacífica ha perdido el protagonismo a manos de delincuentes que día tras día toman las calles de Barcelona «la ciutat que m’estimo»
Destrucción en cadena del Raval a la Rambla de Cataluña
Sobre las 18:00 se han concentrado unas 400 personas en la Plaza Universidad en esta novena jornada de protestas. El grueso de la manifestación ha pasado por la Ronda Sant Antoni hasta el Mercat de Sant Antoni. Ahí se acabó la marcha pacífica, cuando los grupos violentos volvían a tomar las calles arremetiendo contra mobiliario urbano, establecimientos, policía y todo cuanto encontraban a su paso.
Comerciantes sometidos
El ensañamiento contra la ciudad no cesa. Hoy, han saqueado una tienda de Zara en Plaza Cataluña, reventado con martillos todos los cajeros que encontraban a su paso.
Han destrozado las cristaleras de entidades bancarias y hoteles, pintado establecimientos que habían sido blindados días atrás por miedo al destrozo, convertido en campos de batalla las terrazas de los bares y restaurantes de Plaza Cataluña, teniendo que recolocar el mobiliario los propios camareros.
Nuevos ataques a periodistas
Hace unos días, un fotógrafo resultó herido al alcanzarle uno de los cristales que los vándalos estaban lanzando contra el cordón policial. Hoy, ha sido un equipo de Antena 3 noticias quien ha sufrido el ataque de los violentos que, pese a justificar sus actos vandálicos en defensa de la libertad de expresión, intentaban impedir que la periodista informase de lo que se estaba viviendo en las calles.