La multinacional alemana Bosch ha comunicado al comité de empresa la intención de cerrar de la planta en Lliçà d’Amunt (Barcelona). De producirse el cierre, unas 336 personas perderían el empleo, según un comunicado de UGT este jueves.
Este cierre se sumaría al de la planta de Castellet i la Gornal (Barcelona), anunciado en septiembre y previsto para noviembre de 2021, que afecta a 300 trabajadores.
Según el comunicado, Bosch transferirá la producción de la planta catalana a la que tiene en Wroclay (Polonia), en lo que UGT considera una «deslocalización sin paliativos».
«Consecuencia de la política industrial en Cataluña»
Fuentes de Bosch han explicado que la planta de Polonia «es más grande» lo que la hace más rentable y competitiva. Además, según la empresa, el cierre viene provocado por la caída de la demanda del mercado de servofrenos convencionales de vacío ante el incremento del uso de servofrenos electromecánicos.
Aun así, La secretaria del sector Auto de UGT de Catalunya, Yolanda Funes, ha asegurado a Europa Press que Bosch justifica el cierre «por causas económicas de que en Polonia es más rentable producir» por el precio de la mano de obra.
Funes, ha destacado que este cierre «es consecuencia de la política industrial en Catalunya» en los últimos años y ha recalcado que las administraciones no se dan cuenta de que el sector automovilístico se está yendo