Como formación antisistema, la CUP es un partido cuyo rechazo a las fuerzas del orden y cercanía al activismo callejero es conocido. Dicha postura ha vuelto a quedar patente tras los altercados que tuvieron lugar anoche en distintos puntos de Cataluña tras el arresto del rapero Pablo Hasél por «enaltecimiento del terrorismo». La formación ha exigido «responsabilidades políticas» por lo que han considerado una «brutal actuación de los Mossos d’Esquadra en distintos puntos del territorio».
«El Govern no está a la altura del momento político y tiene que tomar medidas urgentes. Basta de represión a quien se moviliza en defensa de los derechos colectivos», ha sentenciado el partido en su cuenta de Twitter. A estas declaraciones emitidas en su perfil oficial se han sumado las de su líder, Dolors Sabater, que ha asegurado que «cuando el papel de la policía aporta más peligro que seguridad, el modelo es inservible». «La militarización policial crea más problemas, más riesgos, más heridas. El modelo represivo tiene que acabar. Hay otra manera de gestionar la seguridad de todas. Basta de represión a la protesta», ha mantenido.
«Un cuerpo plagado de tarados y fascistas»
En un tono mas rotundo aún se ha manifestado un concejal de la formación en Sant Sadurní d’Anoia, Jordi Pujol Lizana, que ha abogado directamente por disolver el cuerpo de Antidisturbios: «La BRIMO [Area de Brigada Móvil] es un cuerpo plagado de tarados y de fascistas. Es un problema estructural: qué modelo de policía se construyó y qué perfil humano se busca para llenarlo. Se ha de hacer limpieza, y eso ahora quiere decir disolver la BRIMO, que es un peligro público», ha defendido, añadiendo que «hace falta valentía e impunidad».
No ha sido el único que ha demandado la disolución de dicho cuerpo. También lo ha hecho la numero 1 por Tarragona, Laia Estrada, que, tras hacerse eco en una publicación de Twitter de que una chica fue herida en el ojo por una pelota de goma, ha pedido el fin del carácter militar de los Mossos. «La prohibición del uso de pelotas de goma es claramente insuficiente. Hacen falta cambios profundo para poner fin a la militarización de la policía. Para comenzar: prohibición de las balas de foam y disolución de la BRIMO y ARRO [Área Regional de Recursos Operativos]», ha aseverado.