Las aguas bajan revueltas entre la militancia catalana del partido naranja. La historia viene de lejos y estuvo a punto de materializarse en el anterior congreso. Pero la insistencia de la corriente renovadora, liderada en Cataluña por Antonio Espinosa y Sergio Sanz, de alinearse con Francisco Igea hizo que un amplio sector de descontentos con el funcionamiento del partido y que limitaban sus discrepancias a aspectos organizativos, más municipalismo y más democracia interna, pero que no cuestionaban el liderazgo de Inés Arrimadas ni pretendían un cambio en la definición política del partido acabaran no presentando batalla.
Ahora, tras el descalabro electoral y el atrincheramiento de la dirección, que no ha asumido la más mínima crítica, se suceden los contactos entre militantes destacados, concejales y responsables de agrupaciones para forzar la renuncia de la actual dirección, encabezada por Carlos Carrizosa, y un cambio de liderazgo en Cataluña. En esta tesitura, todas las miradas se han dirigido al eurodiputado Jordi Cañas, que conserva una alta estima entre la diezmada militancia de Ciudadanos en Cataluña.
El visto bueno de la presidenta
Círculos cercanos a Cañas han confirmado a elliberal.cat que el eurodiputado, que es miembro de la Ejecutiva Nacional del partido y que ha mantenido un perfil bajo en los últimos meses, se estaría pensando seriamente la posibilidad de desembarcar en Cataluña contando con el visto bueno de Inés Arrimadas. Hay que tener en cuenta que en Ciudadanos no existe la figura de un congreso autonómico y que el relevo, en su caso, debe darse impulsado desde los órganos de dirección nacional.
Este movimiento, como ya se ha indicado, es ajeno al encabezado por Espinosa que ya ha presentado un manifiesto aunque podrían confluir si los objetivos de estos se circunscriben a Cataluña.