El primer gran debate electoral de Cataluña organizado por TVE se saldó como una sesión de control al candidato del PSC y ex ministro de Sanidad, Salvador Illa, y una reivindicación, por parte de los partidos separatistas, del catalán. A pesar de que se había pactado con la televisión pública que las intervenciones se harían en castellano, puesto que se retransmitiría para toda España, los candidatos de ERC, JxCat, la CUP y el PdCAT optaron por hablar exclusivamente en catalán.
Fue esta decisión una de las más criticadas en redes como Twitter, donde muchos expresaron su malestar. No tanto por el hecho de que los candidatos hablaran en catalán como porque TVE tuviera que traducir sus intervenciones. La diputada del PSC Sònia Guerra fue especialmente incisiva sobre lo sucedido, que calificó de «provinciano, a la par que maleducado«.
El debate, en general, fue algo parecido a una sesión de control al ex ministro y socialista Illa, que mostró de forma vehemente su convencimiento de que el llamado «conflicto catalán» solo se resolverá por la vía del «reencuentro». Acusado de ser el «candidato del 155» por los separatistas y de promotor de un nuevo tripartito por los constitucionalistas, Illa capeó las críticas sin necesidad de desvelar en ningún momento cuál será la estrategia del PSC en la noche electoral.
El candidato más gris
El candidato de ERC y presidente interino, Pere Aragonés, basó sus intervenciones en reivindicar la amnistía de los condenados por el 1-O y la celebración de un nuevo referéndum. Poco presumió de gestión. Algo lógico, considerando que ha sido ERC la responsable de las áreas más afectadas por la pandemia del COVID-19, Salud y Asuntos Sociales-Trabajo. Prefirió acusar a España de la falta de efectividad de las políticas separatistas y, cuestionado sobre un posible pacto de gobierno con el PSC y Catalunya En Comú-Podem, negó la mayor a pesar de que la candidata de los comunes, Jéssica Albiach, le dejó bien claro que ERC es «socio preferente» del Gobierno central del PSOE y Unidas Podemos y del barcelonés liderado por Ada Colau.
El gesto de Borràs
La líder de JxCat y diputada en el Congreso, Laura Borràs, defendió, por su parte, la independencia como único objetivo. Candidata respaldada por Quim Torra en las primarias del partido, Borràs reivindicó en diversas ocasiones el trabajo de éste al frente de la Generalitat, acusó duramente a Aragonés y solo estuvo a punto de perder el equilibrio cuando el candidato de Ciudanos, Carlos Carrizosa, le recordó que está investigada por la adjudicación irregular de contratos a un amigo.
Jéssica Albiach, candidata de En Comú-Podem, fue la más dispuesta a debatir ideas y propuestas, tal y como reclamaba repetidamente el moderador, Xabier Fortes. Albiach defendió el trabajo desarrollado por el Gobierno central y el Consistorio de Barcelona como avales de un Govern en el que entraran los comunes, mostró abiertamente su apoyo a los servicios públicos y buscó el consenso con los separatistas en cuestiones como el rechazo a la monarquía o la necesidad de celebrar un nuevo referéndum. Dejó claro, sin embargo, que nada de esto sería posible en una Cataluña dividida y mostró su negativa a participar en un Govern que tenga a JxCat entre sus integrantes.
Carrizosa, el parlamentario
El candidato de Ciudadanos, Carlos Carrizosa, fue el más incisivo en sus intervenciones. No en balde, lleva años siendo el azote del separatismo en el Parlament. Además de recordar a Borràs sus problemas con la Justicia (al acabar el debate, la candidata de JxCat se dirigió rauda hacia él), puso en una situación incómoda al socialista Illa, al recriminarle en repetidas ocasiones su intención de formar un nuevo tripartito con ERC y los comunes. Su advertencia de que le telefoneará en la noche electoral para saber con quién va a pactar, colocó a Illa ya como probable ganador de unos comicios en los que muchos ven la posibilidad de dar la puntilla al procés.
Carles Riera, candidato de la CUP y diputado en el Parlament, participó en el debate en sustitución de la número 1 de la lista, Dolors Sabater. Riera centró sus intervenciones en presentar los compromisos electorales de la formación y en mostrar su rechazo al más que seguro desembarco de Vox en el Parlament.
Alejandro Fernández, candidato del PP, fue uno de los oradores más contundentes, aunque, en un escenario dominado por los separatistas y el «todos contra Illa», su discurso pasó desapercibido. Lo mismo sucedió con la candidata del PdCAT y ex consellera, Àngels Chacón, que expuso las líneas básicas del ideario del partido intentando que el espectador no recordara que su formación también ha tenido responsabilidades de gobierno esta legislatura. Menos seguro en sus intervenciones se mostró el candidato de Vox, Ignacio Garriga, al que el resto de participantes intentó ignorar, a pesar de que las encuestas otorgan al partido liderado por Santiago Abascal la posibilidad de obtener hasta siete escaños el próximo día 14.
