La hispanofobia parece firmemente instalada en las listas de Junts per Catalunya. Recientemente, hemos visto la dimisión del número 25 de su candidatura por Barcelona, Josep Sort, por sus comentarios xenófobos en las redes sociales. Entre otras injurias, Sort había prometido «hacer limpieza de españoles» tras la muerte de la actriz Rosa María Sardà o promover un «asalto al colegio de abogados» al tiempo que llamaba «españolarros» y «ñordos» a los catalanes no separatistas.
Pues bien, aún no se ha apagado el eco por estos polémicos tuits que ya ha trascendido el caso de otro candidato ultra de JxCAT aficionado a insultar a los constitucionalistas en las redes. Se trata de Jordi Fàbrega, número 3 de los neoconvergentes en Lérida y actual alcalde de La Seu d’Urgell. «Son ellos [los españoles] los que llevan la violencia en los genes. Es Castilla, toda su historia es lucha, nunca han negociado nada, siempre a la fuerza», aseguró en un publicación en Facebook en 2018. En otra ocasión, afirmó que en España «no hay futuro ni presente democrático». «El 11 de septiembre, los catalanes pedimos pacíficamente poder votar. El 12 de octubre, los españoles sacan el Ejército a la calle para demostrar fuerza. Somos diferentes», manifestó.
Más candidaturas supremacistas
Las de Fàbrega y Sort no son las únicas candidaturas supremacistas presentes en las listas de Junts per Catalunya. Por un lado, el número 3 por Barcelona y presidente de la Cámara de Comercio de la ciudad, Joan Canadell, no solo mantuvo que «España es paro y muerte; y Cataluña, vida y futuro», sino que se ha referido a los catalanes constitucionalistas como «colonos». Por otro, Albert Donaire, líder de Mossos per la Independència y número 39 por Barcelona, también ha llamado «colonos» y «ñordos» a los catalanes no nacionalistas en centenares de tuits, llegando incluso a vincular delincuencia y lengua castellana a raíz de unos altercados en Pallejà.
Finalmente, hoy mismo el usuario conocido como Tabarnia destapaba en su cuenta de Twitter que el número 47 de la listas neoconvergentes por Barcelona, Roger Millan, llamó «hijo de puta» a Enric Hernández en redes cuando éste era de director de El Periódico, así como «rata unionista» al tuitero contrario al separatismo Oriol Güell i Puig. También se ha sabido que Millan es admirador del que fuera presidente del Parlament, Heribert Barrera —conocido por sus tesis racistas—, y que ha retuiteado publicaciones de la formación ultra Força Catalunya.