La polémica por las declaraciones del vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, que comparó al ex presidente de la Generalitat Carles Puigdemont con los «exiliados del franquismo» se encuentra lejos de remitir. Una de las últimas voces en sumarse al debate ha sido la expresidenta del Ayuntamiento madrileño Manuela Carmena que, en una entrevista con Infolibre, ha tildado de «disparate» la semejanza establecida por Iglesias.
«Me parece que hay un nombre para las personas que en un momento concreto deciden no cumplir las responsabilidades judiciales que tienen en un contexto democrático. En una democracia, si uno no se presenta ante los tribunales, el nombre exacto es el de prófugo, no es el de exiliado», ha explicado Carmena. Y es que, para la exalcaldesa madrileña, no puede compararse un contexto democrático con uno franquista: «No tiene nada que ver con lo que significa lo que fue la dictadura del general Franco después de la terrible Guerra Civil, en la que lo que se hace es que se cambia el sistema y se lleva a cabo una destitución de todas las estructuras democráticas, se abolen todos los elementos de los derechos esenciales de los individuos, y se hace un marco en el que es imposible vivir en un contexto que es antidemocrático».
Por todo ello, la exalcaldesa ha manifestado su perplejidad ante las declaraciones de Iglesias, que han considerado inconsistentes. «No puedo comprender cómo una persona inteligente y bien formada como es el vicepresidente puede decir una cosa que no tiene base ninguna», ha subrayado.
Carmena, crítica con el ‘procés’
No es la primera vez que Carmena se desmarca de Podemos y comunes en cuestiones relativas al llamado proceso catalán, exhibiendo una postura mucho más crítica. Así, por ejemplo, en verano de 2019 sostuvo que los líderes encarcelados por los hechos del otoño catalán «no son presos políticos en absoluto», en contra de lo que mantienen otros líderes morados como Iglesias o Colau. «El debate es sobre si ha habido una actitud en contra de la Constitución. El estatus de preso político tiene lugar cuando hay una vulneración de los derechos humanos y no hay Estado», defendió en aquella ocasión Carmena.
Por esas mismas fechas, Carmena también vinculó a Vox con el separatismo, explicando su surgimiento como una de las «consecuencias» del «entorpecimiento de las instituciones, la pretensión de la DUI o el referéndum del 1 de octubre en unas condiciones en las que nunca debería de haberse celebrado y que han perjudicado a Cataluña y a toda España».