La suspensión de las elecciones del 14-F y su aplazamiento al próximo 30 de mayo está tensando aún más la relación entre los todavía socios de Govern, JxCat y ERC. Si bien inicialmente parecía que ambos compartían la decisión de cancelar los comicios de febrero, lo cierto es que las declaraciones de algunos candidatos de la posconvergencia dejan claro que la decisión no se ha basado únicamente en criterios sanitarios, como defienden los republicanos.
Uno de los más activos en este sentido está siendo el número 3 de la lista de JxCat por Barcelona, el presidente de la Cambra de Comerç de la capital catalana, Joan Canadell. En su cuenta de Twitter, el empresario ha mostrado su desacuerdo con la cancelación de los comicios en diferentes mensajes. Así, el pasado sábado publicaba que «cuanto antes se hagan las elecciones, mejor«. «El país necesita un gobierno fuerte y un cambio claro con liderazgo potente para superar la situación de crisis actual y para recuperar el mandato del 1 de octubre», añadía, «el problema es no haberlas preparado mejor para dar más seguridad y lo pagaremos».
En otro mensaje y citando a Oriol Mitjà, Canadell auguraba que Cataluña estará inmersa en la cuarta oleada de la pandemia de COVID-19 a finales de mayo. Por ello exigía a ERC, responsable en el Govern de los procesos electorales, «preparar como toca para asegurar ir a votar«.
El número 1 de JxCat, Carles Puigdemont, fugado de la Justicia y eurodiputado, también ha reprochado a ERC lo sucedido, aunque sin citar al partido liderado por Oriol Junqueras en su tuit. «Puede ser que, si algunos no hubieran combatido el concepto de república digital y la necesidad de tener herramientas digitales para asegurar la democracia», ha afirmado Puigdemont, «hoy podríamos garantizar el derecho a sufragio activo sin demoras. Y seríamos más soberanos. Pero puede que se tratara de impedir eso, precisamente».
El silencio republicano
En ERC han preferido mirar hacia otro lado y no entrar a responder a los ataques de JxCat. La portavoz del partido, Marta Vilalta, ha afirmado este lunes que la decisión de suspender los comicios contó con «un consenso político muy amplio». Vilalta ha preferido apuntar hacia el PSC y el PSOE, por si decidieran impugnar el aplazamiento al 30 de mayo, como han hecho otras organizaciones. En este sentido, la republicana ha asegurado que «quieren hacer un nuevo 155, aprovechando la pandemia, para influir en la política catalana».
En cuanto a la petición de algunas patronales de mantener la fecha del 14 de febrero como cita electoral, la portavoz de ERC ha señalado que este gesto refleja «una confusión habitual de las fronteras entre el poder económico y el poder político». Algo que, ha añadido, «no se puede producir más«, según ha informado el partido en un comunicado.