Aunque Oriol Junqueras no ha abandonado el «ho tornarem a fer», parece que un cierto pragmatismo, en consonancia con la nueva estrategia de su partido, se ha abierto paso en su discurso. Esto es al menos lo que se trasluce de la entrevista que publica hoy El Nacional, en la que alerta explícitamente que con el 50% de los votos no es posible materializar la secesión de Cataluña. «Es evidente que no hay ningún país que haya llegado a la independencia si no tenía al menos el 50% de los votos a favor. Y no hay ningún país que haya llegado a la independencia cuando tiene el 50% de la sociedad en contra. Ninguno», advierte el político republicano desde Lledoners.
El dirigente encarcelado también aboga por la estrategia del «diálogo» frente a la «confrontación», reemprendiendo la mesa de negociación con el Gobierno en cuanto sea posible. «Confío en que si hay un gobierno en Cataluña que crea de verdad en el diálogo, como ha hecho ERC desde siempre, será posible reprenderlo». Y es que, a juicio de Junqueras, la vía de la negociación ya ha dado sus frutos: «A pesar de la oposición interna y externa, ya hemos conseguido que el Estado español reconozca que existe un conflicto político en Cataluña y que la única manera de resolverlo es mediante la política». Además, según él, dicha estrategia es un win-win: «Si se evidencia que el Gobierno no ayuda en el proceso de diálogo, es evidente que nosotros ganamos en nuestro discurso y en nuestra estrategia, que es demostrar que nosotros sí que queremos dialogar».
«La independencia no es solo una cuestión declarativa»
Por otro lado, inquirido acerca de la estrategia de Puigdemont de reactivar la declaración de secesión si se consiguen la mitad de los votos, defiende que la secesión depende de la fuerza interna que se logre para hacerla efectiva. «No es sólo una cuestión declarativa, decir que la queremos», advierte. En este sentido, recuerda que «buena parte del mundo reconocía a un presidente en Venezuela y eso no le ha servido para ser presidente de Venezuela». Esto le lleva a concluir que, para materializar un objetivo político, «hay que tener suficientes consensos en la sociedad».
Estas razones llevan al entrevistado a criticar duramente la estrategia frentista de sus socios posconvergentes en el Govern. «El camino de ser cada vez menos y cada vez más débiles no funcionará ni ha funcionado en ningún lugar del mundo», valora. En cuanto al reproche de JxCAT de haber renunciado al «mandato del 1-O», Junqueras lamenta que el único propósito de esa formación «sea criticar todo lo que hace y propone Esquerra Republicana». «Esta fijación que tienen con nuestro partido», agrega, «es agotadora, tendrían que acabar con sus complejos para que podamos construir conjuntamente una estrategia ganadora».