La tarifa media del kWh en los primeros 13 días de enero ha subido hasta los 18,62 céntimos (impuestos indirectos incluidos), frente a los 13,45 céntimos del mismo periodo del año pasado. Desde que arrancó el 2021, el recibo de la luz se ha incrementado hasta los 87,33 euros, un 27,7% por encima de los 68,40 euros que se pagaba con las tarifas de los primeros 13 días de enero del año 2020, según FACUA. En plena ola de frío, el precio del kilovatio hora se dispara y todo el mundo se pregunta a qué se debe. ¿El aumento de la demanda es la única responsable de este incremento? ¿Se especula con un servicio básico, ahora que más se necesita? ¿El Gobierno central puede, y debe, hacer algo para evitar estas subidas tarifarias? Rubén Sánchez, secretario general de FACUA-Consumidores en Acción, nos lo aclara.
Desde FACUA han calculado un incremento de 19 euros en la factura de la luz para el usuario medio en los 13 primeros días del año. ¿Cómo valoran estos datos y qué previsiones hacen para los próximos días?
Estos 19 euros de más ya suponen un aumento del 28% en la factura, y si ya nos vamos al precio del kWh estaríamos pagando más de un 38%. Es un incremento descomunal que provoca algo preocupante: ya tenemos la tercera factura más cara de la historia y está a punto de convertirse en la segunda.
Existe una coyuntura de mercado que provoca el alza del importe del gas natural durante los últimos meses. Además, la menor producción de energía solar y eólica es otro de los factores que contribuye a que la energía esté más cara en el mercado mayorista. Sabemos que el precio va a seguir subiendo, aunque no nos gusta que se encarezca a este nivel. Aun así, creemos que el Gobierno tiene margen de intervención para intentar modular esa subida.
«Estos 19 euros de más ya suponen un aumento del 28% en la factura, y si ya nos vamos al precio del kWh estaríamos pagando más de un 38%. Nos hallamos ante la tercera factura más cara de la historia y está a punto de convertirse en la segunda»
Rubén Sánchez, secretario general de FACUA-Consumidores en Acción.
¿Cómo podría, o debería, abaratar el recibo de la luz el gobierno de coalición, y en concreto el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio? De ser así, ¿por qué no lo hace?
Por ejemplo, podría bajar el recibo de la luz si interviene en el precio del kilovatio hora. También podría poner límites a determinadas formas de tecnologías de producción energéticas, de manera que tengan un tope en el precio del megavatio, tal y como lo venden en el mercado.
Otra medida que podrían ejercer consistiría en intervenir el precio fijo del recibo, la potencia contratada. Este multiplicó por dos su importe durante el ejecutivo de Mariano Rajoy. Sin embargo, el gobierno de coalición se comprometió en su documento programático a bajar la potencia, pero de momento no lo ha hecho.
El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha salido al paso de las críticas por la subida de la luz y ha asegurado que trabajan en una posible tarifa regulada que proteja a las familias más vulnerables. ¿Cree que eso es posible o suena más bien a utopía?
El problema es que Bruselas no permite que haya una regulación total de la tarifa, aunque sí existen ciertos márgenes de capacidad de intervención estatal. El gobierno puede llegar a hacer mucho más de lo que tenemos en estos momentos. Ayer la ministra Montero dio a entender que no hay prisa para cumplir esos compromisos programáticos, y que los asumirán a medio y largo plazo. Nosotros creemos que es urgente que se pongan en marcha, porque ya hemos perdido bastante tiempo. Entendemos que el año pasado, cuando no se pagaba tanto en la factura de la luz, habían prioridades gubernamentales relacionadas con la pandemia. Ahora mismo creemos que ha llegado el momento de que se ponga en práctica toda la reforma que se anunció en su momento.
«Entendemos que el año pasado, cuando no se pagaba tanto en la factura de la luz, habían prioridades gubernamentales relacionadas con la pandemia. Ahora mismo creemos que ha llegado el momento de que se ponga en práctica toda la reforma que se anunció en su momento»
Rubén Sánchez, secretario general de FACUA.
Se rumorea que existen irregularidades e incluso una especulación encubierta en el mercado eléctrico para encarecer el kilovatio por hora y el recibo de la luz. ¿Qué hay de cierto en todo esto?
Hemos constatado una práctica fraudulenta en el mercado. En algunas ocasiones, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia la ha detectado. En su momento, sancionó a Iberdrola, Endesa y Naturgy por falsear el funcionamiento de determinadas formas de producción energética y así incrementar artificialmente el precio. Iberdrola está en la Audiencia Nacional por una causa que se instruye por posible delito contra el mercado y los consumidores, donde FACUA es la acusación particular. A principios de la pasada década, la Comisión Nacional del Mercado de Valores descubrió que esta compañía paralizó el funcionamiento de dos centrales hidráulicas. Así redujo su producción y provocó que las energías más caras influyeran más en el mercado de subasta y se disparara el precio de la luz.
La borrasca también ha dejado cortes de luz masivos en numerosas provincias. En Cataluña, el servicio ya se ha restablecido, tal y como ha informado Endesa. ¿Cómo deben proceder los consumidores o incluso pequeños autónomos y empresas que hayan sufrido pérdidas o algún perjuicio por el corte del servicio?
En el caso de que se produzca un corte de luz, el consumidor podría exigir una compensación económica por el importe de la pérdida causada, excepto si se plantea, en determinadas circunstancias, una causa de fuerza mayor. Además, si ha habido negligencia y se ha tardado más de la cuenta en reparar el corte del servicio, también se podría solicitar una compensación económica. Lo mismo pasaría si se produce una subida de tensión cuando vuelva la luz y se averían equipos eléctricos.
Por último, y ya pensando en la cuesta de enero, ¿nos puede dar algunos consejos para gastar menos luz? Eso sí, medidas razonables al alcance de cualquier persona.
Partimos de la premisa de que los consejos no deben pasar por bajar el consumo de luz o taparse con una manta. El criterio número uno para ahorrar en la factura es que el gobierno haga lo que debe hacer: bajar el recibo a fuerza de intervenir más en el mercado. No obstante, hay algunos consejos elementales que no está de más tener en cuenta. Por ejemplo, comprar equipos eléctricos con la máxima categoría de eficiencia energética o disponer de un buen aislamiento térmico en casa. Así evitas que entre frío o calor por las rendijas de las puertas o las ventanas. También recomendamos usar bombillas de bajo consumo o cerrar las puertas de las habitaciones que menos frecuentas durante el día.
«El criterio número uno para ahorrar en la factura es que el gobierno haga lo que debe hacer: bajar el recibo a fuerza de intervenir más en el mercado»
Rubén Sánchez, secretario general de FACUA.
Luego habría que analizar la potencia contratada que consta en la factura. Muchas personas la tienen sobredimensionada, a pesar de que no les hace falta ya que no utilizan tantos equipos eléctricos a la vez.
Tampoco aconsejamos que se apunten a una tarifa con discriminación horaria, a menos que encaje con su estilo de vida. No te puedes pasar el día pendiente de hacer las cosas en según qué horas para gastar menos en luz. Pero si no te altera tu modo de vida, sí te sale a cuenta.
Y finalmente, recomiendo fijarse en el precio voluntario para el pequeño consumidor o PVPC que dan las ocho comercializadoras de referencia impuestas por el gobierno. El PVPC suele ser más barato que los precios del mercado libre, aunque nos hagan creer lo contrario. A partir de 11 estudios que hicimos el año pasado sobre 10 comercializadoras eléctricas, llegamos a la conclusión de que en todos los casos daban un precio por encima del PVPC.