Con más de 2 millones ya de contagiados por COVID-19 en España, los científicos catalanes no acaban de ponerse de acuerdo sobre el retorno a las aulas de los alumnos previsto para el próximo día 11. El Govern, de momento, mantiene que los colegios abrirán sus puertas esa jornada, aunque con la suspensión de las actividades extraescolares que no puedan realizarse con los mismos grupos burbuja de las clases hasta el día 17. La Sociedad Catalana de Pediatría apoya la decisión del conseller Josep Bargalló y de la titular de Salud, Alba Vergés. Frente a ellos, otros expertos como Oriol Mitjà o Àlex Arenas apuestan por todo lo contrario y advierten de que la vuelta a las clases puede suponer un nuevo incremento de contagios difícilmente asumible por el sistema sanitario catalán.
Una veintena de expertos, entre los que se encuentran Mitjà y Arenas, ya dirigieron este martes un escrito al Govern reclamando que se aplazara el regreso a la actividad educativa, dada la situación descontrolada de la pandemia en Cataluña en estos momentos. Y este jueves, Mitjà, por ejemplo, ha pedido en su cuenta de Twitter el cierre de los centros de educación secundaria. Según ha explicado, la posibilidad de transmitir el virus se multiplica por dos en los menores, si bien la probabilidad de contagio entre ellos es más baja que en adultos. «La prevalencia en niños de secundaria», ha añadido, «es más alta que en cualquier grupo de edad, en torno al 2,5%». Por ello, ha alertado de que «es probable que la apertura de las escuelas tenga impacto en la transmisión y en la incidencia«.
Desde la Sociedad Catalana de Pediatría, por el contrario, se apoya la decisión del Govern de retornar a las clases tras el parón navideño. Aplicando, eso sí, «las medidas de seguridad oportunas«. En un comunicado hecho público este jueves y recogido por TV3, la entidad defiende su postura asegurando que está avalada por «la evidencia actual» y por «las publicaciones científicas» realizadas hasta el momento sobre esta cuestión. A juicio de estos profesionales, «la transmisión es mucho más alta dentro del núcleo familiar que dentro de las aulas». Han recordado, además, que los niños, en contra de lo que se indicó en la primera oleada, «no son el motor que impulsa la pandemia«.
Los pediatras, apoyándose en los informes del Centro Europeo para la Prevención y Control de las Enfermedades, consideran que el cierre de colegios «tiene un impacto negativo en la salud de los niños». Sobre todo en aquellos casos en los que la escuela es el lugar «donde se proporciona nutrición y supervisión emocional a las familias más vulnerables».