La Assemblea Nacional Catalana (ANC) de Elisenda Paluzie tiene ya poco que ver con la entidad que levantaron, no desde la nada, Carme Forcadell y Muriel Casals. Ambas utilizaron la plataforma para pasar al Parlament, una como presidenta de la Cámara y la otra como diputada por JxSí. Forcadell cumple hoy condena por el referéndum ilegal del 1-O de 2017, un hito separatista que Casals no llegó a ver pues falleció un año antes tras ser atropellada por un ciclista en Barcelona. Paluzie no ha llegado nunca a tener el carisma de Forcadell y Casals y, de su mano, la ANC ha ido perdiendo peso tanto social como político. La economista, sin embargo, no se rinde y ahora intenta marcar el paso a los partidos separatistas presentando a la Assemblea como una entidad fiscalizadora de sus programas.
Con este objetivo, la ANC ha puesto en marcha una página web en la que, por un lado, analizan y valoran la labor desarrollada por el Govern durante la última legislatura y, por otro, presentarán los programas electorales de las formaciones independentistas que concurran a las elecciones del próximo 14 de febrero. «La Assemblea», asegura la entidad en la introducción, «mediante un trabajo riguroso y transparente, evalúa la acción del Govern y las propuestas electorales de las listas independentistas». Con ello pretenden, añaden, «democratizar el acceso a la información y aumentar el conocimiento sobre las propuestas y compromisos de los partidos y su concreción».
El programa electoral de Paluzie
El análisis se llevará a cabo bajo lo que establece el llamado Decálogo de Principios de Acción Política Institucional de la ANC. Un texto que, entre otras cuestiones, deja claro que los partidos separatistas, en caso de gobernar, deben respetar la voluntad de los electores. Además, deben comprometerse a «no gobernar ni colaborar con los partidos del bloque del 155«. Un compromiso con el que la ANC pretende alejar la sombra de un posible tripartito entre ERC, PSC y comunes.
En el decálogo, la ANC exige también a ERC, JxCat, la CUP y el resto de formaciones separatistas «adoptar una política de bloqueo de las instituciones españolas«, «no compartir actos institucionales» con representantes del Estado, y ejercer la «desobediencia institucional». La ANC reclama, además, la conversión de las actuales diputaciones provinciales en una sola entidad, la creación del banco público catalán, el boicot desde la Administración a productos españoles y «revisar las subvenciones a medios de comunicación privados«.
La entidad presidida por Elisenda Paluzie pretende que los partidos separatistas activen «un gran pacto nacional por la lengua». La ANC, finalmente, cree también que el Govern debe «hacer que los medios públicos piensen en clave nacional e internacional» y disponer de una «agencia nacional de inteligencia«.