El expresident de la Generalitat, Artur Mas, explica en una entrevista en La Vanguardia, este domingo, que lamenta que «la unidad estratégica y de acción del independenstismo se rompió cuando era más necesaria». También asegura que se fue para «garantizar la continuidad del proceso soberanista» y mantener la unidad del independentismo. Reconoce que en sus cinco años al frente del Govern, entre 2010 y 2015, «nada salió como esperaba».
Mas ha admitido que a lo largo de sus dos mandatos, acortados por la convocatoria de elecciones anticipadas en ambos casos, «hubo errores de percepción y variables imposibles».
Referéndum
Su primer mandato arrancó con una crisis profunda, el 25% de paro, la Generalitat casi en quiebra y la sentencia del TC recortando el Estatut. Y continuó con la mayoría absoluta del PP de Mariano Rajoy.
Después de la Diada de 2012 donde se manifestaron más de un millón de personas y de que Rajoy diera «un portazo al pacto fiscal». Mas asegura que su única opción era cambiar al PP por ERC como aliado y plantearse un referéndum. El expresident explica que «no podía pasar del autonomismo al soberanismo sin el aval de las urnas».
Aquella campaña supuso no solo el paso de CiU a la defensa del Estado propio, sino la primera incursión de la policía patriótica: se acusó a Mas de tener cuentas en el extranjero. «Fui el primero en recibir el golpe». También por la inhabilitación por la consulta del 9-N del 2014. «Después llegaron golpes peores».
Junts pel Sí
Actualmente, según Mas, ningún partido es «capaz de reunir en un solo proyecto a gente tan diferente como lo hizo CiU: no existe liderazgo ni expectativas electorales similares». Para él lo más parecido fue la candidatura de Junts pel Sí que unió en el 2015 a CDC, ERC y un buen puñado de independientes. Lograron los mismos escaños de CiU el 2010 (62). JxCat «lo intenta pero no lo consigue», tienen el liderazgo de Carles Puigdemont, pero «no son capaces de mantenerse juntos!» afirma.
Respecto a ERC asegura que «no lo dice» pero se inspira en en CiU en su estrategia en Madrid. A diferencia de los republicanos, Mas presume del peix al cove : «sirvió para lograr recursos y competencias y articular el país: los Mossos, la inmersión lingüística, TV3,… Las obsesiones del Estado contra el catalanismo son producto de esa política», sostiene.
Mas declara que no se arrepiente de ese paso al lado. «Tenía que dejar paso a nuevos liderazgos». Ahora el PDECat lo necesita en la campaña del 14-F para subsistir. Él prefiere un perfil bajo y no enfrentarse a Junts. «No hay lugar para la nostalgia y el tiempo de la ambición pasó», sostiene.
No obstante , según ha sabido elliberal.cat de fuentes solventes, y según el resultado de las elecciones, Mas podría plantearse impulsar un nuevo proyecto transversal de ‘ reconciliación nacional‘ que buscara un mínimo denominador común entre independentistas y no independentistas moderados.