Plataforma per la llengua, la entidad nacionalista que se autodenomina la «ONG del catalán», vuelve a servirse de los niños catalanes en su cruzada contra el bilingüismo. La entidad, recordada por haber espiado el año pasado a escolares de 50 colegios en Cataluña para averiguar en qué lengua se expresaban en el patio, ha puesto en su página web a disposición del que lo desee una carta a los Reyes Magos para que los infantes la cumplimenten con sus deseos. Lo curioso es que, a diferencia de otras misivas de este tipo, ésta incluye al final la apostilla «…y poder jugar en catalán», como si se tratase de una actividad vetada en la actualidad a los niños catalanes.
Asimismo, la plataforma ofrece una serie de consejos para vivir unas Navidades «lingüísticamente responsables». En primer lugar, recomienda comprar productos durante estas fechas atendiendo al «sello de producto lingüísticamente responsable», un distintivo que la entidad adjudica a los productos que incorporan el catalán en su etiquetado. Por otro lado, recuerda que tienen a disposición de sus simpatizantes un buscador de juguetes en catalán para garantizar que los niños no lleven a cabo sus juegos en castellano.
Autores de la supresión del castellano en la ‘ley Celaá’
Recientemente, la entidad se ha situado en el centro de la polémica lingüística al conocerse que la enmienda introducida por el Gobierno y ERC en la ley Celaá para suprimir el castellano como lengua vehicular fue propuesta por ella a los republicanos. Lo anunció la propia plataforma hace un mes en un comunicado en el que, además, sugerían aprovechar la exclusión del español en la norma para «intervenir en patios, comedores y actividades extraescolares para reforzar el catalán en estos espacios».
Subvenciones millonarias de la Generalitat
Por otro parte, la entidad es célebre por sus campañas de acoso a las empresas que rotulan en español o a los dependientes que atienden en esta lengua, alentando su delación pública a través de un app en el móvil. Actividades tan discutibles no han impedido que tanto el Gobierno de la Generalitat como el Ayuntamiento de Barcelona rieguen con cuantiosas subvenciones a la entidad. Y es que, tan solo el año pasado, la plataforma recibió más de medio millón de euros de dinero público.