El Gobierno ha decidido de manera conjunta con Portugal la suspensión de los vuelos de entrada procedentes del Reino Unido desde este martes, aunque sí permitirá la entrada de ciudadanos españoles o residentes en España. También reforzará el control fronterizo en Gibraltar, según ha informado Moncloa. Así lo han acordado tras la reunión del mecanismo de crisis de la Unión Europea, que este lunes ha analizado los efectos de la nueva cepa del coronavirus detectada en el Reino Unido, y ha pedido que se eviten los viajes no esenciales.
España había decidido esperar a que la Unión Europea estudiara la forma de reaccionar de forma conjunta ante esta nueva cepa, antes de tomar una decisión unilateral sobre la entrada de personas desde el Reino Unido, a pesar de que hasta 15 países europeos habían adoptado ya medidas al respecto. Es el caso de Bélgica, Austria, Letonia, Países Bajos, Italia, Austria, Irlanda, Francia, Bulgaria, Polonia, República Checa, Finlandia, Dinamarca, Hungría y Suecia, cuyos gobiernos ya habían decidido la suspensión de los vuelos.
«Somos un gobierno que representa una sociedad muy europeísta y nos gusta mucho que los asuntos que nos afectan a toda Europa sean prudentes y equilibrados, y que el conjunto de Europa reaccione por igual frente a cualquier circunstancia de un país que decidió abandonar la UE», ha justificado la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, antes de que España decidiera también suspender los vuelos desde Reino Unido.
Reforzar los controles en Gibraltar
En su comunicado, Moncloa insiste en que era necesario esperar a que Bruselas determinara que había que tomar medidas coordinadas y explica que la decisión de España se ha adoptado de manera concertada con Portugal y supondrá también un refuerzo de los controles en el paso fronterizo de Gibraltar.
En todo caso, Moncloa recuerda que para poder entrar a España es obligatorio que todo pasajero procedentes de países o zonas en riesgo se realice una Prueba Diagnóstica de Infección Activa, PDIA, para SARS-Cov-2 en las setenta y dos horas previas a su llegada con resultado negativo. En este sentido, la vicepresidenta primera ha hecho este lunes un llamamiento a la tranquilidad asegurando que España «lleva protegida mucho tiempo» por la exigencia de tener una prueba PCR negativa para entrar en nuestro territorio.