La Fiscalía de Barcelona ha archivado las diligencias de investigación que abrió el pasado mes de agosto por los bloques de hormigón que el Ayuntamiento de la capital catalana ha instalado en algunas calles del distrito del Eixample para peatonalizar algunas zonas. Tras recabar documentación e informes sobre posibles incidencias causadas por estos bloques, la fiscal delegada de Seguridad Vial de Barcelona no aprecia «indicios suficientes» de ningún delito relacionado con la seguridad vial, han informado fuentes fiscales.
En concreto, la fiscal ha requerido al consistorio documentación relativa a la colocación de estos bloques en la calzada, y un informe pericial a los Mossos d’Esquadra sobre el posible impacto en los usuarios de la vía: el informe «no detectaba, en términos generales, un incremento de riesgo de accidente por el conjunto de los usuarios que utilizaban este tramo de vía».
Ningún accidente de tráfico
En la misma línea, la Guardia Urbana certificó en un informe que entre el 1 de mayo y el 27 de septiembre no habían intervenido en ningún accidente de tráfico con heridos leves, graves o muertos como consecuencia directa o indirecta de la colisión con los bloques de hormigón. Además, un informe de la Gerencia de Movilidad del Ayuntamiento estableció «una serie de mejoras para minimizar el impacto» de estos elementos, que se refieren tanto a la señalización como al pulido de las aristas de los bloques de hormigón.
La alcaldesa de la ciudad, Ada Colau, aseguró a finales de julio pasado que el gobierno municipal no retiraría los bloques de hormigón del Eixample, pese a las críticas de parte de la oposición, resultado de actuaciones de «urbanismo táctico», porque están «para proteger a los peatones». Por contra, el grupo municipal de JxCat en el Ayuntamiento de Barcelona pidió su retirada cautelar hasta que se hiciera una auditoría independiente sobre su instalación