Diputado en el Parlamento Vasco entre 2006 y 2017 por UPyD —experiencia que narra en No apto para fanáticos (Letrame, 2019)— y colaborador habitual en medios como Eldiario.es y The Huffington Post, Gorka Maneiro (San Sebastian, 1974) es uno de los impulsores de la Plataforma Ahora, iniciativa que defiende la necesidad en España de un centro izquierda inequívocamente antinacionalista. A petición de Elliberal.cat, Maneiro reflexiona sobre la «deriva reaccionaria» de la izquierda, el nuevo rumbo de Ciudadanos o la exclusión del castellano como lengua vehicular en la ley Celaá.
Acaba de coordinar el libro Otra izquierda es posible. ¿A qué izquierda se refiere?
Me refiero a una izquierda que está presente en la sociedad pero no está representada en el Congreso de los Diputados. Una izquierda con los atributos de la izquierda clásica: igualitaria, solidaria, universalista y no nacionalista, es decir, progresista. La izquierda de toda la vida. Una izquierda que defienda el Estado del Bienestar y la justicia social pero también la unidad política de España y la igualdad frente a los nacionalistas e independentistas que, habiendo ya roto la igualdad, ahora pretenden romper el Estado. En fin, me refiero a una izquierda progresista y, por lo tanto, no nacionalista, que es como debe ser toda izquierda, puesto que la izquierda es igualdad, progresismo y justicia social y el nacionalismo es justo lo contrario.
Pensadores como Félix Ovejero han denunciado que, al margen de su connivencia con los nacionalismos, parte de la izquierda ha entrado en un «deriva reaccionaria» al defender un feminismo dogmático o desconfiar de la globalización o la ciencia. ¿Lo comparte?
Yo creo que la principal deriva reaccionaria de la izquierda es su connivencia con algunas de las tesis nacionalistas, aquí es donde principalmente naufraga. El feminismo es algo bueno porque busca que la mujer tenga los mismos derechos y las mismas oportunidades que el hombre, pero a algunos se les ha ido la pinza. Su comportamiento en este tema pero también en otros es consecuencia de una mezcla de empanada mental, despiste, ignorancia y pereza intelectual. En general, la izquierda oficial ha sustituido la defensa de las grandes causas globales por las pequeñas cuestiones identitarias.
«La izquierda oficial ha sustituido la defensa de las grandes causas globales por las pequeñas cuestiones identitarias»
Gorka Maneiro
Recientemente, una juez declaró la extinción de UPyD y dio orden para que desapareciese del registro de partidos. ¿Qué errores condujeron al partido a este desenlace?
Los actuales dirigentes de UPyD son responsables de alargar la agonía del partido pero el fin de UPyD se inició mucho antes —allá por 2014—, consecuencia de dos grupos de factores: factores externos y factores internos. Por un lado, los poderes fácticos y los principales medios de comunicación nos perjudicaron cuanto pudieron. Por otro lado, cometimos errores. Es decir, fueron a por nosotros y nosotros no supimos hacerles frente. Además, no supimos adaptarnos al nuevo panorama político que surgía, consecuencia del surgimiento de Podemos y al fortalecimiento de Ciudadanos. En todo caso, UPyD hizo un trabajo político extraordinario. Todo esto lo explico en mi libro No apto para fanáticos.
Ante las críticas a la ley Celaá por excluir el castellano como lengua vehicular, el Gobierno ha insistido en que el derecho a recibir enseñanza en español en las comunidades bilingües está plenamente garantizado. ¿Es cierto?
No, no es cierto, estudiar en castellano no solo no está plenamente garantizado sino que, en algunos casos, es simplemente imposible. Y el Gobierno de España lo sabe. Estudiar en castellano se ha convertido o en un vía crucis o en un imposible en algunas comunidades autónomas españolas, en concreto, en las comunidades autónomas llamadas bilingües. Y, ciertamente, es extraño que en distintas partes de España no se pueda estudiar en español. Y una imbecilidad manifiesta. Y una vulneración flagrante de los derechos constitucionales.
«Gracias al Concierto vasco y al Convenio navarro, los ciudadanos de dos de las comunidades autónomas españolas más ricas no solo no aportan a la solidaridad del resto del Estado sino que incluso son financiados»
Gorka Maneiro
En España tenemos la suerte de tener una lengua común que tiene un gran alcance global, una lengua hablada por más de quinientos millones de personas en todo el mundo, y resulta que aquí hay unos ignorantes que quieren marginarla, algo que precisamente perjudica a los más vulnerables de la sociedad. El idioma español es un instrumento extraordinario. Si no existiera, habría que inventarlo.
Ante el alud de críticas e insultos recibidos, el diario Ctxt ha pedido disculpas por haber publicado un artículo de opinión crítico con la escasez de castellano en las universidades catalanas. ¿Ha sido una respuesta adecuada?
En España a veces ocurre que se piden disculpas cuando no hay motivos y cuando hay realmente motivos, no se piden.
El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, ha admitido que sin la sentencia del procés no reformarían el delito de sedición. ¿Está justificada dicha reforma?
No, no está justificada. El Código Penal puede reformarse, obviamente, igual que los tipos penales. Y, en general, cualquier ley y la propia Constitución Española pueden reformarse a través de las mayorías democráticas necesarias. El problema es que en España se toman o se dejan de tomar decisiones sin otro objetivo que contentar a los nacionalistas. En este caso, se pretende reformar el delito de sedición para satisfacer las exigencias de los independentistas catalanes. Se trata de otra cesión a los independentistas catalanes. Y después vendrán otras, puesto que el nacionalismo es insaciable. Yo prefiero que las reformas legales que se impulsen tengan como objetivo mejorar la vida de la mayoría de los ciudadanos españoles.
«Bildu es legal, pero no cumple todos los requisitos para ser considerado un partido político democrático»
Gorka Maneiro
El PNV ha defendido la armonización fiscal para el resto de España pero mantener el concierto económico para el País Vasco. ¿Es congruente?
Es congruente con la máxima del PNV y, en general, con la máxima de todo nacionalismo: lo mío es mío y lo tuyo, de los dos. Realmente es una tomadura de pelo. Vienen a reconocer que la armonización fiscal es buena… siempre que no les afecte a ellos. Es parecido a lo de Rufián, que quiere toda la autonomía para Cataluña pero ninguna para Madrid.
Yo estoy a favor de la armonización fiscal, y si hay algo indispensable para que la armonización fiscal en España sea una realidad, es la eliminación del Concierto Económico vasco y del Convenio navarro, dos regímenes fiscales excepcionales basados en unos supuestos derechos históricos, gracias a los cuales los ciudadanos de dos de las comunidades autónomas españolas más ricas no solo no aportan a la solidaridad del resto del Estado sino que incluso son financiados. Los más ricos no solo no aportan a los más pobres sino que incluso son financiados por estos. Y la izquierda, a por uvas. Cualquier reforma que se pretenda para lograr una armonización fiscal en España debería empezar por la supresión de estos dos regímenes privilegiados.
Para Pablo Iglesias, el sí de Bildu a los presupuestos supone la mejor de las noticias para la democracia española. ¿Usted también lo entiende así?
No es cuestión de que Bildu vote una cosa o la contraria o, en este caso, que apoye o rechace estos u otros presupuestos. Lo indignante es que se les ha elevado a la categoría de interlocutor necesario, al mismo nivel o incluso por encima de otros partidos políticos democráticos. Una cosa es que Bildu sea legal, razón por la cual tiene representación en el Congreso de los Diputados y participa en la vida política, otra cosa es que se olvide que son los herederos políticos de ETA y que siguen sin condenar el terrorismo. Bildu es legal, pero no cumple todos los requisitos para ser considerado un partido político democrático.
«El problema es que en España se toman o se dejan de tomar decisiones sin otro objetivo que contentar a los nacionalistas. Yo prefiero que las reformas legales que se impulsen tengan como objetivo mejorar la vida de la mayoría de los ciudadanos españoles»
Gorka Maneiro
Por su parte, Arrimadas ha tendido la mano hasta el final a Sánchez para pactar las cuentas, evidenciando así que éste prefería acordarlos con ERC y Bildu. ¿Ha sido una estrategia acertada la de los naranjas?
Independientemente de que le dé o no le dé votos, Arrimadas ha actuado bien. Con sus diez diputados, ha tratado de hacer política, condicionar a Sánchez y hacer que se apliquen algunas de sus ideas recogidas en su programa, que es lo que debe hacer cualquier partido político. Finalmente ha servido al menos para dejar en evidencia a Sánchez, que ha optado por sus viejos socios. Ciudadanos tendría que haber actuado de este modo cuando tenía 57 diputados y sumaba 180 con el PSOE, toda una oportunidad histórica para que por fin no dependiéramos de los nacionalistas que pretenden romper España y para poder impulsar los cambios que necesitamos. Ahora todo sería muy distinto. Pero Rivera prefirió pensar en sí mismo y tratar de sustituir al PP, en lugar de pensar en España.
Pese a que Trump no ha aportado ninguna prueba, el 70% de sus votantes piensa que hubo fraude en las últimas elecciones americanas. ¿Cómo se explica?
Es difícil de explicar, ciertamente. En todo caso, lo importante es dejar atrás cuanto antes esta triste etapa de populismo en EE.UU.
