El Grupo municipal de ERC, presidido por Ernest Maragall presentará al próximo Pleno municipal de este viernes 29 de mayo, una Declaración Institucional para que el Ayuntamiento de Barcelona se posicione a favor de la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), del pasado 14 de mayo, que condena a Francia por la expulsión de personas de etnia gitana de un campamento no autorizado en el norte de París en 2013.
Los hechos sucedieron cuando el actual regidor de Barcelona Manuel Valls era ministro de Interior del gobierno socialista de François Hollande. Mientras ocupó el cargo Valls ordenó la expulsión del campamento gitano y puso en marcha una campaña contra el colectivo. Motivo por el cual fue duramente criticado.El TEDH considera que la decisión política fue desproporcionada y que «vulneró el derecho al respeto de la vida privada y familiar y del hogar» y también del «derecho judicial de tutela efectiva».
Igualmente, los magistrados europeos aseguraban que los acampados ocupaban ilegítimamente un territorio municipal, por lo que no le quitaban la razón a Manuel Valls para decidir su desalojo. Además, la resolución indica que la medida no se basó en ninguna decisión judicial, sino en un aviso formal.
La «Vendetta» de ERC por el apoyo de Valls a la investidura de Colau
En el texto de la declaración institucional, ERC señala directamente a Manuel Valls como responsable de la expulsión de las 20.000 personas de etnia gitana. La introducción del texto dice: «Dado que esta es una sentencia importante por sí misma y especialmente para la ciudad de Barcelona, ya que quién era el ministro responsable de la expulsión de estas personas, hoy se sienta en el Pleno de nuestro consistorio».
Si hacemos una doble lectura, podemos interpretar que un año después de las elecciones municipales del 26M, ERC estaría iniciando su «vendetta» personal contra el concejal Valls. Los republicanos no perdonan su apoyo a Ada Colau, que consiguió la alcaldía de Barcelona en detrimento de Ernest Maragall, a pesar que ERC fue la candidatura más votada en las elecciones.
El 15 de junio de 2019, por votación nominal y con papeleta secreta, Ada Colau se volvía a proclamar alcaldesa de Barcelona por 21 votos favorables de los 41 concejales. Diez concejales de Bcomú, ocho del PSC y tres votos de BCN Canvi-Cs, coalición con la que Valls se presentó a las elecciones municipales.
Durante la sesión, Ernest Maragall reprochó a Colau que los 21 votos que le permitieron la investidura «pesan más que las convicciones republicanas y progresistas«, por los apoyos de PSC y especialmente del ex ministro francés Valls.
¿Colau firmará la Declaración Institucional?
Siguiendo los postulados de los Comunes y cumpliendo con la lógica política de la izquierda, parece que el apoyo a la declaración institucional de ERC recibirá la firma de los diez concejales de Colau el próximo viernes en el Pleno municipal del Ayuntamiento de Barcelona, un hecho que casi asegura que el texto será leído en el salón de plenos.
Fuentes de la oposición municipal aseguran que «la sorpresa sería mayúscula si pasa todo lo contrario». Ada Colau nunca se ha sentido en deuda con Valls y ha asegurado en más de una ocasión que este apoyo nada tenía que ver con una operación del Estado para que el independentismo consiguiera el control del Ayuntamiento de Barcelona. Los primeros días antes de su investidura como alcaldesa Colau decía: «Todos los votos que vengan, bienvenidos sean para la investidura» y recordaba, «no he cerrado ningún pacto con Valls, no he negociado, ni negociaré con él».
El mismo día de la investidura, Colau reconocía que los tres votos de Valls le «incomodaban» y que, «no era la fórmula con la que nos hubiera gustado llegar a la Alcaldía».