El expresidente del FC Barcelona, Sandro Rosell, ha vuelto a ofrecer su particular punto de vista sobre el proceso separatista catalán. Y, de nuevo, su ambivalencia al respecto ha despertado controversia. «Yo soy de sentimiento y formación independentista. Quiero a Cataluña. Soy independentista de corazón y sentimiento, pero de cabeza todavía no», ha sentenciado esta mañana el exdirectivo del Barçà en una entrevista en RAC1. En cuanto a los motivos por los que no acaba de decantarse al terreno secesionista, Rosell aduce que la «televisión nacional de Cataluña, por ejemplo censura programas» -refiriéndose a que el canal autonómico eliminó del documental El cas Rosell la parte en que se hacia referencia al responsable de Mediapro, Jaume Roures-. «Hay muchas cosas que tenemos que arreglar en casa antes de criticar a los otros. Esta es una», ha manifestado.
Estas declaraciones se encuentran en la misma línea de las que Rosell pronunció en una conversación con Jordi Évole mantenida en La Sexta a principios de mes. En aquella ocasión, Rosell argumentó que votaría de manera afirmativa en un referendo de secesión en Cataluña. A continuación, no obstante, añadió que si el sí a la separación se impusiera en la votación, no dudaría en hacer las maletas y abandonar Cataluña.
Tanto estas declaraciones como las efectuadas hoy han sido puestas en solfa por muchos en las redes, ya que con ellas no satisface ni a los partidarios de la secesión ni a los detractores. Sin embargo, hay voces -léase el artículo Sandro Rosell y la independencia de Cataluña publicado en este rotativo- que han resaltado que su posición no es infrecuente entre cierto empresariado catalán, que es consciente de los efectos negativos de la independencia pero no es capaz de desligarse sentimentalmente del proyecto.
Demanda a la juez Lamela por prevaricación
En la entrevista, Rosell también ha tenido palabras para la jueza Carmen Lamela, a la que ha responsabilizado de haber pasado 22 meses en prisión preventiva para posteriormente ser exculpado. «Le hemos interpuesto una querella por prevaricación. Si la admiten a trámite, podríamos conseguir que se iniciara una investigación judicial. Espero que los medios me ayuden. Puedes trabajar de lo que quieras, pero no puedes perder la humanidad. Ella no la tiene», ha declarado. Y ha añadido: «Si sabemos quién mueve las cloacas del Estado me quedaré tranquilo y ayudaremos a que esta persona salga del sistema». Por lo demás, Rosell ha señalado que guarda rencor a la jueza, pero que no puede perdonar a gente que «ha hecho llorar a mi madre».
«Está demostrado que Mediapro pagó sobornos»
Por otra parte, y al igual que en la entrevista a Évole, Rosell ha vuelto a cargar contra el empresario Jaume Roures. Tras destacar que su caso fue un «montaje», ha destacado que en la comisión rogatoria que dio pie a su encarcelamiento se pedía un registro en la sede de Mediapro por los sobornos admitidos por una filial en Estados unidos de la productora de Roures. Aunque dicho registro fue abortado por la juez Lamela, Rosell ha hecho hincapié en que «se ha demostrado que Mediapro pagó sobornos«. «Lamela se equivocó en mi contra y a favor de Mediapro», ha lamentado. Por último, Rosell ha mantenido que carece de «pruebas» y no puede dar «nombres», pero que los hechos relatados se le antojan «curiosos».