La nueva exigencia de Rufián para sacar adelante los presupuestos de Sánchez no ha dejado a nadie indiferente. Como es sabido, el portavoz de Esquerra Republicana en el Congreso, Gabriel Rufián, ha pactado con el Ejecutivo, a cambio de su sí a los cuentas, la creación de un comité bilateral para desarrollar una reforma fiscal «completa, justa y progresiva» que pase por el «fin del paraíso fiscal de Madrid» y el establecimiento de un impuesto a las grandes fortunas. De este modo, los republicanos persiguen evitar la fuga de grandes fortunas a comunidades con menos presión fiscal como la madrileña, donde los impuestos de Sucesiones y Patrimonio están bonificados.
Como era de esperar, han sido numerosas las voces que han resaltado la contradicción de que un político nacionalista, que aboga por profundizar en la autonomía de Cataluña reclamando más libertad en el gasto o la creación de una Agencia Tributaria propia, exija al mismo tiempo reducir el margen de libertad de otras comunidades. El analista Juan Claudio de Ramón, por ejemplo, ha razonado que «acabar con la fiscalidad de Madrid es acabar con la fiscalidad autonómica», añadiendo: «La coherencia no es el fuerte del nacionalismo catalán, pero se suponía que los centralistas eran otros». Otros, como el periodista Carlos Alsina en Onda Cero, han reflexionado que, si Rufián ataca la autonomía madrileña, debería cuestionar también los regímenes fiscales excepcionales de País Vasco y Navarra.
Contundente reacción de Ayuso
Y, lógicamente, la reacción de la principal interpelada por las reclamaciones de Rufián, la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso, tampoco se han hecho esperar. «Eso que Madrid es un paraíso fiscal es una tomadura de pelo y una falta de respeto a todos los trabajadores madrileños, a todas las personas que madrugan, que pagan impuestos», ha denunciado Ayuso entrevistada esta mañana en el programa Espejo Público. A la vez, ha advertido a los republicanos: «Voy a ser la peor pesadilla de quien se atreva a tocar el bolsillo de los madrileños para pagar la corruptela del independentismo».
La presidenta también ha afirmado en Antena 3 que «aquellos que lo único que buscan es la desigualdad entre españoles, la ruptura entre Cataluña y Madrid, lo que buscan no es lo mejor para Cataluña, sino lo peor para Madrid». En este sentido, ha argumentado que si los que critican a Madrid quisieran lo mejor para sus ciudadanos tendrían que copiar las recetas de otras comunidades autónomas y aplicarlas. Posteriormente, Ayuso —que este jueves y viernes visitará Barcelona— ha redundado en las mismas ideas en su cuenta de Twitter: «Madrid no es un paraíso fiscal. Quizá otras regiones son un infierno fiscal. Y no les va a ir mejor porque a Madrid le vaya peor».