Los presidentes de los consejos sociales de las universidades públicas catalanas han reivindicado este viernes que los centros de educación superior reciban «una parte de los fondos especiales para la reconstrucción del país después del coronavirus» para que se conviertan en un motor tras la pandemia.
En el artículo La universidad pública, motor post covid-19 publicado en La Vanguardia, han afirmado que las universidades deben ser una apuesta y tienen que ser atendidas con la prioridad que merecen, y han señalado que se debe compensar el impacto directo de la pandemia y establecer mecanismos que garanticen la igualdad de oportunidades en el acceso.
Han remarcado que las universidades están haciendo un esfuerzo de adaptación a las condiciones de confinamiento sobrevenidas por Covid-19, pero que ya está «impactando fuertemente» en las cuentas, con afectación presupuestaria y en la tesorería.
Disminución de las matrículas
En una primera estimación, las universidades públicas catalanas han cifrado el impacto en unos 75,4 millones de euros, de los que el 80% corresponde a una reducción de los ingresos, y ha señalado que habrá más gastos de los habituales, con los asociados a la prevención de riesgos de Covid-19 y a la adquisición de más recursos tecnológicos para reforzar el teletrabajo y formación a distancia.
Han afirmado que la reducción de la actividad económica y la menor disponibilidad de recursos de las familias, comportará en el próximo curso una disminución de las matrículas en los estudios oficiales -sobre todo en los másters-, una menor actividad de formación continua y una reducción de los convenios de I+D+i.
Han recordado que las universidades públicas, como otros organismos de la administración, se han visto sometidas desde 2012 a notables restricciones de gasto e inversiones, y ha considerado que es vital en la actual situación «financiar los motores del conocimiento».
Corregir el impacto de la crisis
Han compartido que existen necesidades urgentes a corto plazo para atender las necesidades sanitarias y de protección social, y de los agentes económicos, pero que las universidades también tienen que ser dotadas en los fondos especiales de reconstrucción para atender y corregir el impacto inmediato de la crisis.Los presidentes de los consejos sociales han afirmado que la educación superior, la investigación y la innovación son «ámbitos clave» para el desarrollo social y económico de la sociedad, y que las universidades públicas deben ser el motor y el ‘hub’ del conocimiento.
El artículo está firmado por Joan Corominas (Universitat de Barcelona), Gabriel Masfurroll (Autònoma de Barcelona), Ramon Carbonell (Politècnica de Catalunya), Montserrat Vendrell (Pompeu Fabra), Rosa Nuria Aleixandre (Girona), Joan Pedrerol (Rovira i Virgili) y Delfí Robinat (Lleida).