A pesar de que Junts per Catalunya y Esquerra Republicana gobiernan juntos, a medida que se acercan las elecciones catalanas del próximo 14 de febrero sus relaciones se tensan cada vez más, hasta el punto de que podrían degenerar en una guerra abierta. Un ejemplo de ello es que el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ha acusado a JxCAT de tener intenciones de practicar la «guerra sucia», así como de ser una formación heredera del Régimen del 78 —calificación que tanto el separatismo como el populismo de izquierdas usan para referirse de manera despectiva a la actual democracia constitucional—.
En concreto, Rufián ha señalado en un su cuenta de Twitter que «todo el mundo sabe cuales fueron los actores del régimen del 78 en Cataluña. Los mismos pero con otra bandera», en clara alusión a los neoconvergentes. A continuación, ha alertado de que la mala noticia es que «la campaña del 14F será la campaña más sucia de la historia».Ganar a sus herederos no saldrá gratis». Por el contrario, ha añadido que la buena noticia es que su formación ya sabe «cómo hacerlo».
Segundo ataque de Rufián contra JxCAT en una semana
Es la segunda vez que Rufián arremete con dureza contra sus socios de Govern en Cataluña en menos de una semana. La anterior tuvo lugar el pasado jueves en el Congreso, cuando Rufián se defendió de negociar con el Gobierno de Sánchez arremetiendo contra Laura Borràs por llevar «chaquetas de 1.000 euros», pasearse con bolsos de Michel Kors y cobrar «hace demasiado tiempo buenos sueldos públicos», Con estas palabras, el portavoz republicano quiso poner de relieve la presunta desconexión de Borràs de los problemas reales de los catalanes.