Unos 100 trabajadores de la hostelería y el ocio nocturno se han manifestado la tarde de este jueves en la plaza Urquinaona de Barcelona en protesta contra las restricciones aplicadas a causa del COVID-19.
Los manifestantes, la mayoría con mascarillas, se han concentrado a las 18.00 horas en la plaza y un portavoz y propietario de el bar Los Olivos de Malgrat de Mar, Manolo Fernández, ha expresado con un megáfono su indignación con el cierre de la hostelería con el apoyo del resto de los manifestantes.
Los manifestantes, a gritos de ‘Gobierno dimisión’ y con carteles de ‘Un gobierno que se sube el sueldo y un pueblo sin trabajar’, se han desplazado por Via Laietana, cortando el tráfico a su paso. Poco después han llegado a plaza Sant Jaume donde se han concentrado y con el megáfono han expresado su indignación a las puertas del Palau de la Generalitat.
Controles para evitar altercados
El conseller de Interior de la Generalitat, Miquel Sàmper, ha avisado esta mañana de que los Mossos d’Esquadra desplegarían controles ante la convocatoria de manifestación la tarde de este jueves para evitar altercados tras lo ocurrido la noche del pasado viernes, cuando se saquearon dos tiendas del centro de Barcelona y hubo «violencia gratuita», según lo ha definido.
Ha detallado que la manifestación está convocada por sectores contrarios a las medidas adoptadas para contener el coronavirus, como el toque de queda y el cierre de algunos establecimientos, y cree que «el riesgo es que se añadan otros grupos, como el viernes, de entornos de extrema derecha, del independentismo radical, del anarquismo y radicales del fútbol».
Sàmper ha comentado la reunión que mantuvo el miércoles con el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, mandos de Policía Nacional y de Guardia Civil, y los consejeros de Interior del País Vasco y Navarro para prevenir posibles disturbios en las próximas protestas contra las restricciones. «Llegamos a la conclusión de que el modus operandi es prácticamente el mismo, la confluencia de grupos no violentos con grupos violentos tan incompatibles como la extrema derecha y la extrema izquierda», ha valorado, y ha advertido de que ese mismo riesgo estará en todas las protestas que se convoquen de ahora en adelante contra las medidas para contener el coronavirus.
Ha criticado que los que causaron los altercados «se aprovechaban de conseguir una masa importante de personas» concentrándose en un lugar donde ya había una manifestación pacífica convocada, y al haber muchas más personas resultó más complicada la actuación policial.