Cuarenta ancianos han fallecido a causa del COVID-19 en la residencia Les Vinyes de Falset, en Tarragona, debido al brote detectado el pasado mes de septiembre, según ha asegurado el Ayuntamiento de la localidad en un comunicado. Según el Departamento de Salud de la Generalitat, 52 residentes han superado la enfermedad y todavía hay 18 positivos. El brote ha afectado a 108 de los 118 residentes. Además, también ha afectado a los trabajadores, con 22 positivos del total de 57 que tiene la plantilla.
La Conselleria de Salud y la Conselleria de Trabajo, Asuntos Sociales y Familia decidieron intervenir y abrir un expediente sancionador a la residencia, que se encontraba en manos de la compañía Corfalin, tras los informes que constataban que «el centro se encuentra en una situación excepcional de imposibilidad para cumplir con las medidas relativas a las residencias y centros sociosanitarios ante la pandemia».
La dirección y la gestión de la residencia fue asignada provisionalmente al grupo STS, Gestión de Servicios Sociosanitarios, para que aportara las dotaciones de personal «que sean necesarios» para afrontar la situación. La Generalitat informó que la intervención tiene el objetivo principal de «realizar un plan de actuación que garantice la viabilidad técnica de la residencia en su conjunto», tanto en aspectos sanitarios, sociales y organizativos, como de gestión de calidad a corto y medio plazo, así como atajar el brote de contagios que está experimentando.
En el comunicado, el Ayuntamiento reitera su ofrecimiento de colaboración a los departaments de Salut y de Treball, así como los actuales gestores de la residencia. «La prioridad, ahora mismo, no puede ser otra que la salud pública y la vida de las personas», han asegurado y ha recordado a la población las medidas sanitarias son de obligado cumplimento.