Yolanda, Matilde y Rocío. Así se llaman las tres madres de Terrassa que han decidido luchar contra viento y marea, y hacer público el calvario que están viviendo por culpa de una banda juvenil que lleva dos años atemorizando a adolescentes y adultos en la ciudad. Sus hijas fueron agredidas por este grupo de chicas de entre 13 y 15 años, cuya diversión es atacar, de forma indiscriminada, a otros jóvenes de las barriadas de Sant Pere Nord i Can Roca.
Este grupo violento (compuesto por más de veinte adolescentes) cada fin de semana escoge a sus víctimas al azar. Las provocan e insultan para, finalmente, acabar agrediéndolas físicamente sin miramiento alguno, tirándoles del pelo y propinando golpes y patadas en el cuerpo y en la cabeza.
El pasado dos de octubre, Yolanda y Matilde (que no se conocían de nada) coincidieron en el servicio de urgencias de la Mutua de Terrassa. Ambas acompañaban a sus hijas que, aunque afortunadamente, no presentaban lesiones graves, habían sido golpeadas y arrastradas por el suelo por un grupo de 7 chicas menores de edad. Los dos asaltos se produjeron en diferentes puntos de la ciudad y con una media hora de diferencia.
Al dar la voz de alarma, Rocío se puso en contacto con ellas ya que, tres meses antes, su hija también había sido víctima de este «grupo organizado». En este caso, las asaltantes esperaron a su víctima a la salida de un supermercado, donde se encontraba con su hermana y su abuela y del que tuvo que huir corriendo. En ese momento, Rocío no pensó que el suceso era uno más de los muchos que cargan a sus espaldas estas jóvenes violentas.
Se van conociendo nuevos casos
Yolanda cuenta a El Liberal, que hasta el momento, ya conocen nueve casos más de niños y niñas que han pasado por el mismo drama. Una de las víctimas, incluso, acabó con la nariz rota. Además, cuenta, esta pandilla violenta no se ciñe, simplemente, a atacar a adolescentes, sino que también han llegado a increpar y atemorizar a personas adultas y de avanzada edad.
No existe un patrón. Las víctimas no tienen nada en común salvo que, generalmente, son niñas. Sin embargo, cuenta Yolanda, también han sido conocedoras de la agresión que sufrió un chico, al que 20 componentes de esta banda esperaron un día en la puerta de su casa para mofarse de él y amenazarlo de muerte por ser homosexual.
Los Mossos tenían constancia de estos ataques reiterados
Muchas son las denuncias interpuestas contra este grupo violento, aunque también hay otras familias que se resisten a dar el paso por miedo a posibles represalias. «Estamos muy indignados y preocupados porque las autoridades no han hecho nada», cuenta otra mamá que se ha querido sumar de forma anónima a la entrevista. «Mi hija lleva aguantando desde 2018 acoso escolar por parte de una de las agresoras con amenazas de muerte, tanto cara a cara, como por redes sociales».
«Por la edad que tienen, no tendrá demasiado alcance el caso», le dijeron los Mossos a Yolanda cuando fue a denunciar la agresión de su hija. «No es aconsejable que denuncie», aconsejaron también a Rocío, ya que las lesiones de su hija habían sido leves. «Simplemente la arrastraron por el suelo y le dieron patadas», recuerda apenada, la desidia de los Mossos.
Estas madres se quejan de la inactividad de la policía autonómica y denuncian que, aún siendo consciente de las prácticas reiteradas de este grupo, permiten que «sigan campando a sus anchas y agrediendo cada fin de semana. Mientras, nuestros hijos tienen miedo de salir de casa». Tras estas declaraciones, El Liberal se ha puesto en contacto, sin éxito, con los Mossos de Terrassa para saber en qué punto se encuentra la investigación.
Nadie entiende como un grupo de niñas de 13 y 14 años puede tener atemorizada a una ciudad entera sin que nadie haga nada. Según Yolanda, algunas son más agresivas que otras. Sin embargo, «hay una que hasta ha llevado un cuchillo al cole», cuenta estupefacta.
«Aunque no tengan responsabilidad penal, tienen responsabilidad civil y vamos a luchar para que cumplan lo máximo que se les pueda imponer», insiste Matilde. «Sabemos quienes son y hemos hablado tanto con ellas como con sus padres. Muchos se muestran incrédulos de que sus hijos se dediquen a esto. Otros, son, o parecen ser, igual de crueles que ellos».
Arde el Facebook de la ciudad con el caso
Muchos son los comentarios de padres y madres indignad@s, que se preguntan cómo pueden permanecer inmunes est@s agresor@s, reincidentes y, encima, orgullos@s de sus fechorías. ¿Será por la edad?, ¿porque la seguridad no es una prioridad? ¿o porque una de las agresoras tiene un familiar directo dentro del ayuntamiento?. Quien sabe. «Si se atreven a tocar a mi hijo, ni policía ni nada. Ya pueden correr», resuelve uno de los usuarios.
Carta al Alcalde
Rocío, desesperada ante su situación, decidió escribir, personalmente, a Jordi Ballart i Pastor, Alcalde de Terrassa, con el fin de que tomase cartas en el asunto.
«Buenos días señor alcalde, le escribo con mucho enfado, ya que no sé qué policía tenemos en Terrassa. Ayer, un grupo de unas 25 personas intentaron agredir a mi madre y a mis dos hijas, de 13 y 17 en un supermercado, hasta tal punto, que los empleados tuvieron que cerrar las puertas automáticas para protegerlas de la agresión. Al llegar una patrulla de Mossos alegaron que ellos no estaban para peleas de niños». A las 11 de la noche, «cuando acudí a denunciar, me dijeron: ahora no se puede, venga mañana o pasado. Te pido como madre y como hija que pongas manos en el asunto, porque tu Terrassa se va a la mierda. Hay cada día peleas en la plaza 1 de mayo de menores que agreden por ser gordito, llevar gafas o por lo que les de la gana. Espero una respuesta tuya, porque no me han cogido la denuncia. Tu policía no hizo nada y dejaron a mi madre y a mis hijas totalmente desamparadas».
«Te pido como madre, que pongas manos en el asunto porque tu Terrassa se va a la mierda, que hay cada día peleas en la plaza 1 de mayo de menores que agreden por ser gordito, llevar gafas o por lo que les de la gana»
Respuesta
«Apreciada Rocío, lamento mucho los hechos ocurridos y le agradezco que me haya puesto en conocimiento de los mismos. He trasladado a la concejalía de Vía Pública y Seguridad su queja, por falta de atención en el momento de querer denunciar, para que revise lo ocurrido y pueda responderle al respecto. Desde el Ayuntamiento estamos trabajando con intensidad para evitar que sucedan actos como el que describe y seguiremos insistiendo en los puntos de mayor conflictividad. Reciba un cordial saludo».
Así están las cosas
Este miércoles, después de dos años de calvario, las tres madres tuvieron una reunión con en Regidor de Asuntos Sociales y dos policías municipales. «También había otro Regidor, pero este, ni abrió la boca». De momento, deberán tener una próxima conversación en la que esté presente un miembro de los Mossos d’Esquadra, que «se supone que son los que están más centrados en la investigación». Mientras, seguirán siendo ellas, sus madres, quienes investiguen, acudan a los medios y hagan todo cuanto esté en su mano, para que sus hij@s vivan felices y segur@s en su propio barrio.